ɯɐǝɹpʎɐᗡ

_ᵀʰᵉ ᶜᵃˢⁱⁿᵒ ᵒᶠ ᵉᵛⁱˡ

— ¿Entramos? - Félix estiro su mano haciendo una señal, Annabeth tanto Percy se dieron una mirada cómplice, el rubio le dio al escudo a la contraria para susurrarle un leve “ve, ya voy”.

Esta solo asintió cargando el escudo pesado, mientras Félix la veía, Percy se acercó a él delicadamente poniendo una mano en el hombro del mayor, quien solo lo miro de reojo.

— ¿Todo bien? - su voz era angustiada, siempre estaba habla y habla, o peleando, pero ahora estaba raramente muy callado, él solo asintió, pero el rostro de Percy siguió insistiendo en saber la verdad, como un consuelo.

- Sí, solo pensaba un poco, en dante, mi hermano - encogió los hombros y miro discretamente al callejón donde había dejado a Ryan, suspiro cansado, el rubio hablando, su rostro, de las pocas interacciones que había tenido con él le costaba creerle, pero al mismo tiempo sabía que no era fácil.

Por más que trato de hablar buscando las palabras, apretó los labios ahora que lo veía de esta forma, no conocía mucho de él, sus leves interacciones los hacía más desconocidos que en el campamento, a un que parecía que Félix estuviera alejado del grupo, él tampoco se acercaba demasiado.

— Yo, escucha, no sé qué pasa con ese asunto, pero… — la campana sonó y los pasos apurados de un niño pequeño se escucharon, hace rato que su cuidador o protector se había ido, comenzó a llamarlo, y de fondo la voz suave dando llamados a Ryan se escuchaban.

— Gracias, gracias, sé que tienes mucho que apoyar, pero entremos - la cara de Félix cambio al ver al niño y el nervioso, tomo la mano de Percy adentrándose al local, mirando de reojo al pequeño niño.

Cuando entraron las miradas recayeron en ellos, en especial el de un dios quien alzó una ceja, y Félix trato de apartarse, pero Percy no lo permitió

— Vas te vale tener el transporte - Percy hablo y se puso adelante del mayor, Ares solo soltó un gruñido, levantándose de la mesa tomando su escudo y una mochila.

— Debes estar bromeando, no había algo menos… tú - Félix, volteo a ver a Ares quien encogió los hombros, a pesar de Percy querer también protestar, la voz de Grover interrumpió su visible queja de aquel transporte, parecía ganadero de tantos animales, un circo total.

— Gracias por las hamburguesas y el maltrato psicólogo, pero nos vamos - Grover se despidió de Ares, satisfecho.

— Félix - el nombrado volteo a ver al mayor quien lo miro serio, y luego extendió algo, era un collar dorado, el nombrado solo dudo un poco, pero estiro su mano tomando delicadamente.

— Se te cayó, en otra ocasión me valdría, pero parecía especial, y tú - extendió la mochila a Percy quien la tomo, mirando a Félix juguetear con aquel collar.

— Nos vamos - murmuro, haciendo que el castaño le siguiera el paso, adentrándose al camión, que fue cerrado bruscamente por Ares, dejándolos a oscuras e ignorando al sátiro que iba a protestar.