𝐃𝐚𝐲𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦
Un escalofrio, un sueño, siento que caigo en tus encantos, ¿ante un dios?, No, ante una precencia mejor que un dios, nunca digas eso, ¿Pero qué es?, un angel, uno que me pertime soñar, ¿Algo hermoso?, no, solo son pesadillas, pero m...
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La mujer con una sonrisa y esos labios pintados nos miró mientras se acercaba un poco más, con todas las ganas de voltear, pero me contuve, cada que hablaba era como si nos incitara a voltear, tienes lengua de serpiente, susurras, atraes, nos quieres casar como un ratón, era mucho más encantadora que la del sátiro, trate de distraerme y note que mientras que hablaba con Percy, la mitad murciélago retrocedía.
— ¿Por qué ella no…? — no termine la frase, pues aquella voz encantadora, firme y delicada de la mujer me interrumpió.
— Porque tiene miedo, es por eso que no se acerca, pero descuiden no les haré nada, mírame, Félix — me llamo y a un que trate de resistirme no pude, levante la mirada con miedo, note como mis compañeros temblaron en su lugar, rogando por no tenerme como piedra, pero en su lugar mire a una mujer hermosa y bien vestida.
— Muy bien, ahora, ¿por qué no pasan, hice mucha comida hoy? — sonrió, para darse media vuelta y entrar a su casa, note como el rubio lo dudo un poco, pero camino hacia ella, así que lo tome del brazo al mismo tiempo que Annabeth se acercaba.
— No — le murmuré, pero él solo frunció el ceño y se separó de mí, susurrándome algo y a todos.
— Es mejor que estar con ella — levanto la mirada hacia la criatura quien retrocedía, a un que la hija de Atena trato de negarse, Percy es como mula, y yo sin él no tendría la gloria que esperan verme portar, mientras que el sátiro solo tenía hambre.
Al entrar, montón de comida, y medusa estada frente a nosotros, ella cruzada de piernas, con las manos posadas en ambas rodillas, llevaba un sombrero y un velo ligeramente.
— Adelanten coman — nos incitó, a un qué dudosos miramos la comida, ¿será seguro?, ¿no están envenenadas o así?, es lo que en nuestras mentes corrían hasta qué.
— No les voy a mentir, muero de hambre, esto se ve delicioso y voy a correr el riesgo — hablo el sátiro quien fue el primero a aventarse a devorar la comida, soltó una risa que no paso desapercibida, por el rubio quien también se sentó a comer, seguido mío.
Al masticar aquel manjar, si estuviera envenenado, moria mientras comía de lo mejor que he probado, ni la pizza del trabajo de Ryan sabia igual de bien que esto, comenzó a devorar como si de mi vida dependiera de eso.
— Annabeth — murmuro Percy al ver a la chica unirse a nosotros, mientras comíamos, ella solo vigilaba a medusa, cosa que le llamo la atención a la mujer.
— ¿Por qué esa cara, cariño?, ¿Es por tu madre y por mí?, vamos, sin remordimientos, eres leal a ella — aquella mujer se dirigió a Annabeth quien apretó la mandíbula al ver las palabras dichas por medusa.
— Si le soy leal — soltó con cierta rabia, yo deje de comer, el ambiente se hizo tenso, la mujer soltó una risa pequeña.
— Sabes me recuerdas a mí, también le era leal a Atenea, mi diosa, yo la amaba — medusa con un tono nostálgico comenzó a contarnos un poco más.
