— Ryan — murmuro aquel pequeño tomando la mano del mayor quien miraba detenidamente a Dante al otro lado de la calle, era una pequeña reunión que habían organizado con su amigo, pero él siempre se negaba a soltar a su pequeño hermano, cosa que no le molestaba para nada, disfrutaba de la dulzura e inocencia de Félix.
— Dime Fex — le presto atención, mientras Dante fue corriendo a la otra mitad de la calle por un par de algodones de azúcar, ellos se quedaron parados en el borde de la carretera, en su mano tenía firme su agarre al menor, y en la otra un vaso de unicel color café.
— ¿Qué es lo que tomas? — pregunto con curiosidad y él apretó sus labios un poco ladeando su cabeza, pensó un poco antes de contestar.
— Mm, Café — soltó con simpleza mirando ahora Dante, quien se veía que ya estaba pagando, e iba a cruzar la calle.
— ¿Puedo probar? — Félix señalo el vaso, pero este negó, para agacharse a su altura, a pesar de Félix ser alto para su edad, no se comparaba ni de chiste con la altura de Ryan.
— No lo creo, sabes, tomar café hace mal en grandes cantidades, mejor, toma la fresa — de sus bolsillos de aquel saco medio largo saco una caja de leche y el menor al verla la tomo ligeramente.
— ¿Entonces por qué tú lo tomas? — antes de siquiera abrir la boca Ryan, Dante llego apresurado interrumpiendo la plática de su pequeño hermano, y su mejor amigo.
— Porque Ryan tiene metabolismo de burro — contesto restándole importancia, pudo ver al ojeroso morder sus labios, no parecía molesto por su comentario, sino por ser interrumpido.
— Sí, gracias, Dante — murmuró levantándose del suelo, para tomar el algodón de azúcar que el otro le entrego, también vio como Félix tomo uno.
— De nada y tu niño, no molestes a Ryan con esas cosas estúpidas — se dirigió a su hermano, quien asintió un poco, también le tomo la mano para comenzar a caminar, pero le paso murmurando algo a su mejor amigo.
— Y tú no seas tan confianzudo, no te le acerques — incluso si era su mejor amigo, no quitaba el hecho el constante instinto territorial que Dante poseía con su hermano, un posesivo, obsesivo, Ryan parpadeo un par de veces apretando sus puños mirando como ambos hermanos se adelantaban.
— Como sea, no tomes café — murmuro para sí mismo, caminando detrás de ellos, mirando de reojo a Félix, quien tomaba la caja de leche, tranquilo.
Un pequeño bostezo salió de los labios del segundo mayor quien posaba su cabeza en la ventana del taxi, hace un par de horas que habían llegado a la ciudad, ahora era cuestión de tomar un tren, pero todos primero hicieron un viaje en taxi, el rubio que estaba sentado a su lado lo miro curioso, contó cuantas veces Félix ya había bostezado en todo el viaje.
Cada que él bebía un sorbo de su termo parecía que cada vez más le ganaba el sueño, frunció el ceño al verlo beber más de aquella leche del campamento.
— ¿Por qué lo haces? — le pregunto con cierta curiosidad, el castaño solo rodó ligeramente su cabeza mirándolo con confusión.
— ¿Hacer qué? — murmuro, y se acomodó en aquel asiento mejor, el taxi no estaba tan cómodo como para dormir.
— Si te da sueño, ¿por qué sigues tomando? — volvió a preguntar Percy, él solo encogió los hombros ligeramente.
— Es demasiado rico como para dejarlo — le contesto restándole importancia, al mismo tiempo que bajaban del taxi para ir a la parada de autobuses, pero antes de siquiera ir a comprar los tickets tomo a Félix de la mano, lo atrajo ligeramente, pero luego sus manos fueron a su termo, el cual arrebato sacándole un jadeo a Félix, quien lo que paso después no se lo espero.
— No podemos arriesgarlos — vio a Percy verter la poca leche que quedaba en lo que parecía ser un lavabo, usualmente la gente si necesita un poco de agua va a ese lugar por ella.
— ¡Percy! — dio un leve reproche y con poca paciencia se acercó a él, esperaba todo menos eso, pero también le sorprendió a un más verlo cerca de una máquina, donde ingreso un billete y pronto su termo soltó un aroma a granos tostados, caliente, y amargo, miro al rubio acercarse para ponerle el termo en el pecho.
— Si estás aquí de colado, mínimo me aseguraré de mantenerte despierto con esto — prosiguió caminando a donde estaban los otros esperándolos ya con los tickets, Félix parpadeo un par de veces.
— Tomar café hace mal en grandes cantidades – aquellas palabras fueron pronunciadas y un escalofrío recorrió por la espalda de ambos, haciendo que Félix soltara un jadeo nostálgico, quedándose parado por un par de segundos.
— no me importa si no es seguro, no me arriesgaré a que te quedes dormido en la misión — Percy le hizo un ademán con su cabeza que trago al de lentes a la realidad, trago duro, para ir detrás de aquellos niños.
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ɯɐǝɹpʎɐᗡ
Fanfiction𝐃𝐚𝐲𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦 Un escalofrio, un sueño, siento que caigo en tus encantos, ¿ante un dios?, No, ante una precencia mejor que un dios, nunca digas eso, ¿Pero qué es?, un angel, uno que me pertime soñar, ¿Algo hermoso?, no, solo son pesadillas, pero m...