_ⁱᵗ ʰᵃˢ ᵇᵉᵉⁿ ʷᵒʳˢᵉ ᶠᵒʳ ᵐᵉ

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Los evidentes quejidos resonaban en bajo a un que sus labios estuvieran hechos agua, y su cuerpo ardiera como mil infiernos, la sangre dejo de brotar por un momento, el cuerpo estaba tan agotado que no pudo evitar solar en silencio, pasaron los se...

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Los evidentes quejidos resonaban en bajo a un que sus labios estuvieran hechos agua, y su cuerpo ardiera como mil infiernos, la sangre dejo de brotar por un momento, el cuerpo estaba tan agotado que no pudo evitar solar en silencio, pasaron los segundos y luego minutos, no sentía articulación alguna en su cuerpo.

Era inevitable, el veneno corría por la poca sangre que aún conservaba, no era, quisiera morir ahí ahora, pero no tenía la suficiente fuerza para seguir recorriendo el camino con ahora el grupo de chicos dispersos.

— Es esta vez no fue un mortal, mooray – llego a susurrar por sí mismo, siempre terminaba con algún problema por tratar de defender y meterse donde no fue llamado, se arriesgaba de más, como Percy lo hizo para salvarlo, sentía tanta lástima por ellos ahora mismo, mientras el rubio cayó desde lo alto sin posibilidad de sobrevivir él estaba ahí tirado sin articular palabra.

A un que le doliera, se movió ligeramente arrastrándose hacia donde se encontraba ahora su llavero ya otra vez, y con cuidado trato incorporarse de pie nuevamente, su piel era igual que gelatina, pero con su mayor esfuerzo y ahora la mitad de su visión trato de hacer su mayor esfuerzo por bajar las escaleras cosa que logro solo a la mitad de pie, y el resto del camino rezo mucho a su padre para que no lo dejara morir ahora.

— oh mierda — su voz salió en leve murmuro cuando pudo llegar al piso final, fuera de los cristales de aquel templo, millones de bomberos, policías y reporteros estaban, no podría salir de ahí, que dirían, “niño tuerto salió apenas vivo de posible ataque terrorista”, lo último que le faltaba eran esos problemas.

— Annabeth — fue más bien un pensamiento, y tratando de evadir que su figura se reflejara por fuera, busco la puerta trasera y luego de unas trabas dio con una, al instante su cuerpo recibió calor sin pensarlo se encaminó por todas partes, a un que tambaleándose, fue hacia una parte no tan alejada pero no tan cercana del templo.

— ¡Andavete!, ¡Grover! — por favor padre ayudaba a encontrarlos, los pensamientos llegaron a él, cuándo sus gritos en el exterior se escuchaban, rogando por una señal divina.

— Percy — último fue su voz en decadencia que pronto fui interrumpida por unos pasos apresurados, quienes no se hicieron esperar, alguien abalanzando contra él y su cuerpo fallo, al sentir que era abrazo tan fuertemente, que al instante el otro se bajó al verlo retroceder.

— ¡Félix! — más que un grito de alegría fue uno de miedo y asombro, la voz del sátiro salió entrecortada, al ver al segundo mayor en ese estado, Annabeth solo se tapó la boca sin poder creerlo.

— Tú… Félix — Annabeth trato de tranquilizarse mientras el castaño retrocedía, negándose a ser tocado, y mirando sin asombro alguno.

— ¿Dónde está Percy? — lo único, qué logro articular, el dolor del ojo perdido, la mirada angustiada importaba menos ahora, su primera misión sería encontrar a ese inestable rubio.

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