Verdad

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6 años

-Papa, para por favor, yo no he hecho nada. No merezco esto.

Otro día. (6 años)

-Papa basta, no me toques. Hueles mal. Papá por favor. Papá para.

Otro día (7 años)

-¡Mama! ¡Mamá! Ayuda. Por favor. Papa se ha vuelto loco. Papa reacciona, soy yo, Vio, Violeta.

-Callate-Le dio una bofetada y le quito la camiseta.

-Papá para, hueles mal. Me haces daño. Para por favor.

Pese a todos estos dias, la pequeña Violeta, debil e indefensa no sabia que hacer, su padre llegaba drogado y le hacia cosas que no le gustaban, al menos no en el momento. Ya que después de eso, su padre se encargaba de dejarla insconsciente. Y perdía esos recuerdos, junto a muchos otros. Y era por eso y por situaciones traumaticas, que Violeta apenas recordaba momentos de cuando era pequeña.

Pero quién le diria, que todo iba a empeorar aún más.







23 de enero, el onceavo cumpleaños de la hija mayor de los Hódar, la cual adoraba su cumpleaños, hasta ese día.

Estaba Violeta en la mesa esperando a que su madre trajese el pastel hasta que sono la puerta. Llamaron con el puño, fuertemente y varias veces seguidas.

Sus padres se miraron y su padre se dirigio hacia la puerta mientras su madre la agarraba del brazo y la llevaba a la parte trasera de la casa.

-Violeta.-Dijo su madre que llegaba de haber ido a coger unos sobres.-Vete a casa de los Ruiz y quedate alli, y les das estos sobres, ¿vale? Espera, ¿y Tana?

La puerta se abrio de golpe y su madre comenzo a respirar más rápidamente.

-Violeta, papa y mama te quieren muchisimo. Ve a casa de los Ruiz, te alcanzara luego Tana, ¿vale?-La pequeña la miro con desconfianza no sabia que pasaba y notaba que su madre hablaba con poca seguridad. -Te lo prometo. Confía en mí.

Y a partir de ese dia, la vida de Violeta cambió. Tal vez si se hubiese ido cuando le obligaron, habria sido distinto.

Se escondio detrás de la valla que limitaba su casa.

-¡Juan Carlos! Falta...-Pero no continuó ya que la agarraron de los brazos.

-A callar, Sufema.-Dijo un hombre de ojos verdes y pelo canoso.

-Que quereis.-Hablo Juan Carlos al ver como tiraban a su mujer a pocos metros de ella, pero su mujer solo miraba a la puerta de atrás.

-Mi dinero. Mi honra. Mi orgullo. Y mi dignidad. Todo lo que perdí por tu culpa. Por achantarte, por dejarnos tirados.-Hablo el hombre que estaba rodeado por soldades armados.-Por tu culpa, por la debilidad vuestra, mi padre murió.

-No fue mi culpa...

Pero no pudo continuar, porque vio como un guardia sujetaba del pelo a la pequeña Tana la cual pataleaba.

-¡No! ¡Dejar a mi hija! Ella no tiene culpa de mis actos. Déjala que se vaya, y si quieres matarme matame a mi, pero que ella no lo vea. Por favor.-Hablo Juan Carlos.

-Ella no vivirá para contarlo.-Y el hombre que sujetaba a la pequeña Tana la mató de un disparo.

En ese momento, Violeta no quiso ver nada, quiso pensar que no podia ser verdad así que salio huyendo a la casa de los Ruiz. La casa de su mejor amiga Denna, donde estaban sus padres que eran como su segunda familia, ya que eran sus padrinos pese a que no compartiesen sangre.

Maybe in another world - KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora