Cita

1K 33 0
                                    

La noche siguió, con muchas miradas entre Denna y Ruslana, pero en ningún momento volvieron a cruzar palabra. También muchas miradas por parte de Chiara a Violeta, la cual estaba con Salma, y esta se encargaba de que la pelirroja no estuviese cerca de la menorquina.

Habia llegado ya casi el final de la noche y cada uno se fue a su casa, despidiendose de los demás.

-Uf, estoy super cansada Denna, me duelen los pies.-Dijo Violeta, tirando los zapatos en la entrads de la casa de la rubia, la cual era como su segunda casa. Basicamente tenia ropa, maquillaje, zapatos, tanto en su casa como en la de su amiga.

-Si, yo también. -Contestó una Denna algo dispersa subiendo a la habitación seguida por Violeta.

Ambas se desmaquillaron y se pusieron los pijamas sin mediar palabra alguna, hasta que se metieron juntas en la cama como solian hacer.

-Denna, cariño, ¿estás bien?

-No sé Vio, ha pasado algo en la fiesta, y estoy confundida.

-¿Quieres hablarlo? ¿No se te habrá lanzado Alex, no?

-Que va, que va. Solo somos mejores amigos y lo sabes muy bien.

-Lo sé, pero es un hombre quién sabe.-Logro sacarle una pequeña risa a su amiga.-Entonces, ¿quieres hablarlo?

-Si quiero. Pero me duele la cabeza y estoy cansadisima, mañana hablamos porque estoy hecha polvo.-Apago la luz, y su amiga la abrazó por la espalda para animarla aunque no supiese que habia pasado.

Su casa no era un hogar, si no una persona. Violeta era el hogar de Denna, y Denna el de Violeta, eran sin duda alguna las personas que mas querían en el mundo.


-Uf vaya fiestón, por dios.-Habló Martin, pero ninguna de sus dos amigas habló, solo subieron directamente a sus habitaciones.-¿Qué os pasa?

-Es que ha pasado algo y ha sido muy confuso.-Hablo Ruslana algo dispersa.

-Yo he visto cosas, que no deberian importarme pero han sido raras...-Dijo Chiara.

-¿Quereis que durmamos juntos? Y mañana hablamos mejor, cuando no tengamos al pedazo borrachera que llevamos.

Las dos chicas asintieron, y fueron a la habitacion de la casa, que tenia una cama triple, la cual estaba ahi expresamente para cuando los tres querían dormir juntos, que era más habitual de lo que parecía.


Esa mañana, los tres despertaron con un gran dolor de cabeza, asi que bajaron y se tomaron una pastilla para la resaca y desayunaron unas tostadas, para después sentarse en el sofá.

-Bueno, ¿quereis hablar sobre lo de ayer?-Sacó el tema Martín.

-Habla tu primero, Kiki. Yo aún necesito pensar como contarlo, y no sé si me matareis.

-Uf, Ruslana no veas. Suena a que has hecho algo gordo eh.-Habló Kiki.-Es bueno...Simplemente que ayer pensé que podría hablar más con Violeta en la fiesta y eso, porque congeniamos muy bien y tal, me hizo mucha ilusión. Pero la note distante, no sé si hice algo mal. Su amiga o novia o lo que fuese, me miraba fatal y sentía que no la dejaba acercarse, tal vez estuviese solamente celosa y no quisera que yo hablase con ella...o tal vez, Violeta le dijo algo que dije y le sentó mal y la cague...

-Ey, ey, Kiki, respira. No te emparanoies, ¿si? Si hiciste algo mal y le molestó, tendria que decirtelo, y si no, cosa suya.-Dijo Martín.

-Eso es, Keeks. Y si estaba celosa, no tenía porque estarlo ni ponerse así contigo. Sea lo que sea, no deberias preocuparte por eso, supongo que si Violeta es una persona sensata te habria dicho si hiciste algo mal, pero conociendote y con la gran responsabilidad que sueles tener a la hora de elegir tus palabras lo dudo.-Apoyó Ruslana.

Maybe in another world - KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora