Papá tenía el rostro impertérrito, eso podía ser una buena señal, pero también podría dar paso a una guerra si no lo dejaban en paz.
—Tengo territorio italiano poderoso, soy el jefe en Italia hasta ahora, nadie ha podido ganar en mi mandato —mi padre se sentó y unió sus dedos—. Rusia no me interesa, pero podrías hablar con los Lombardi.
—No lo entiende —el chico me miró y después a mi padre—. Me han enviado específicamente por usted y si no accede, me temo que podría haber problemas.
—Puedes hacerte cargo tú —papá lo señalo—. Tienes las capacidades, estás entrenado y eres Ruso.
—Eso mismo dijo él, pero... no es algo que quiera en mi vida.
— ¿Y por qué has cortejado a mi hija?
Sentí el calor en mi rostro, mire de uno a otro confundida, pero nada se le escapaba a mi padre.
—No lleva su ropa entallada habitual, su cabello está despeinado y supongo que le has dado una buena noche —sonrió—, o estaría de un genio de los mil demonios por haberse desvelado dos días seguidos y no haber desayunado.
— ¡Papá! —Me puse de pie.
—Tiene razón —Alexei cruzo una pierna encima de la otra me miró y después a mi padre—. No voy a negar que su hija es una mujer maravillosa, sabe lo que quiere y es decidida, sabe cuidarse sola y... no entraré en detalles por respeto a ambos, pero, quiero pedirle permiso para salir con su hija, que me deje cortejarla y que sea mi novia.
—Bueno, eso no es decisión mía, pero tengo entendido que sale con alguien.
— ¡No! —Me sentía como un cero a la izquierda en ese instante, como si fuese un trofeo—. El idiota de Franco es historia.
— ¿Lo ve? Creo que puedo con eso —me señaló.
Tomé el libro con ambas manos e iba a golpearlo en la cabeza, pero fue rápido y lo detuvo.
—Bien —papá se puso de pie y subió las mangas de su camisa de vestir hasta los codos—, lamento decir que esta reunión no llegará a ningún lado, joven Volkova. Mi hija es difícil de conquistar y no puedo acceder al asunto de Rusia, pero puedo darte otros contactos.
—Hay otro asunto papá —Alexei supo a que me refería y papá me miró, entonces supo que algo no estaba bien—. Es sobre Sacra Corona.
—Te dije que ese asunto...
—Han vuelto, aparecieron a la fiesta de ayer —Alexei me apoyó.
—Mamá tiene que...
—No ahora, Lu.
Mire a Alexei, tenía que irse o papá podría perder los estribos, ya lo había estresado demasiado.
—Pueden asistir esta noche a cenar —soltó de pronto—. Mi hija Leah me ha dicho que invitó a tu amigo Nikolai a cenar esta noche, así que, está bien eso.
ESTÁS LEYENDO
Dulce explosión
Lãng mạnLucrezia Farina es una chica amada por sus padres y sus hermanos, pero goza de la vida nocturna en las calles. Alexei Volkova es un caballero romántico y tranquilo que es arrastrado por su mejor amigo a la vida nocturna. Un encuentro, conflictos de...