Lucrezia Farina es una chica amada por sus padres y sus hermanos, pero goza de la vida nocturna en las calles.
Alexei Volkova es un caballero romántico y tranquilo que es arrastrado por su mejor amigo a la vida nocturna.
Un encuentro, conflictos de...
LO PROMETIDO ES DEUDA Y AL PRIMER COMENTARIO LE DEDICARÍA ESTE CAPÍTULO, ASI QUE VA CON AMOR PARA Sade_Night QUIEN ME SIGUE LEYENDO GUSTOSA HASTA AHORA.
MISMA DINAMICA, PRIMER COMENTARIO, LE DEDICO EL SIGUIENTE CAPÍTULO.
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LOS LEO SIEMPRE CON AMOR
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Mamá se quedó quieta, no dijo nada, solo me miró con sus oscuros ojos, pasó saliva y parpadeo varias veces después.
—Lu —acarició mi cabello—. Todo está bien amor, agradezco que confíes en mí. Ten en cuenta que no deberías llorar así, todo eso afecta a la pequeña criatura que habita en tu interior. Yo tenía tu edad cuando te conocí —sonrió—. Tu padre ya te tenía y me sentía aterrada, pero logré sobrellevarlo.
—Lo hiciste excelente y yo... te he decepcionado mamá —volví a llorar.
—No lo has hecho, amor —ahora acarició mis rizos con ambas manos—. Todo pasa por algo y que ahora mismo estés esperando un bebé, muestra que lo que ambos han hecho ha sido intenso y con amor.
Entonces notó mi mirada llena de miedo.
—No estarás pensando en... —su expresión cambió por completo, volvió a tensarse y sus ojos se llenaron de lágrimas—. Bueno, es tu decisión —se puso de pie y me dio la espalda—. Es tu cuerpo y...
—Voy a tenerlo —se giró a verme de nuevo—. Si Alexei no quiere quedarse, no voy a obligarlo, sé que no fui responsable, que no hice las cosas como debía y fue un arrebato, pero voy a tenerlo —sonrió—. Aunque no sé cómo decirle a papá...
—Así como lo has hecho con tu madre —me tensé al escuchar su voz—. Un bebé es una responsabilidad muy grande, hija, pero también es una bendición hermosa y que llena de dicha y amor.
Papá estaba parado en el marco de la puerta, sostenía la perilla y se veía demasiado tranquilo. Me puse de pie y caminé hacia él, pero ya venía a mi encuentro y me envolvió en sus fuertes y cálidos brazos.
—Tengo mucho miedo papá —sollocé—. No sé qué voy a decir.
—Lo mismo que has hecho —su parsimoniosa voz me calmó en demasía—. Hasta ahora has sido demasiado fuerte, princesa. Y sé que ese chico no saldrá corriendo cuando lo menciones, y si lo hace...
