13 Primera cita

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BUEN  DIA ESTEN TENIENDO QUERIDOS LECTORES

UNO AQUI SUFRIENDO CON EL CALOR...

LAMENTABLEMENTE NO PUDE ACTUALIZAR ANTES PORQUE MI VIDA ESTÁ PASANDO POR MUCHOS PROBLEMAS EN ESTOS MOMENTOS QUE NO ESTOY LISTA PARA HABLAR, PERO QUE SIEMPRE TRATARÉ DE TOMARME UN POCO DE TIEMPO PARA ESCRIBIR Y ASÍ COMPLETAR UN CAPÍTULO AUNQUE SEA.

LO PROMETIDO ES DEUDA Y LES DIJE QUE EL PRIMER COMENTARIO SERÍA A QUIEN DEDICARIA EL SIGUIENTE CAPÍTULO, ASÍ QUE ESTE VA CON CARIÑO (AUNQUE ME FASTIDIE LA VIDA XD) Gabystrini2020

MISMA DINÁMICA, PRIMER COMENTARIO LE DEDICO EL SIGUIENTE CAPÍTULO.

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LOS LEO SIEMPRE CON AMOR

Un cosquilleo delicioso recorría mi entrepierna, me negaba a abrir los ojos porque se sentía realmente delicioso

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Un cosquilleo delicioso recorría mi entrepierna, me negaba a abrir los ojos porque se sentía realmente delicioso. De pronto sentí unos dedos presionar mis muslos con fuerza y la humedad aumentar y salir de mí interior.

Gemí fuerte.

—Sostente a los barrotes y no hagas ruido —la voz sonó más gruesa al escucharla en mi oído, después mordió el lóbulo—. Voy a castigarte si gimes fuerte, muñeca.

Obedecí y me agarré con fuerza al metal. Los movimientos volvieron y fueron reemplazados por una lengua. Sentí como abrieron mis muslos y los llevaron a los costados de mi cuerpo. Después de trazar el abecedario sobre mi clítoris, me sorprendí al sentir como invadió mi cavidad con el músculo.

Me estaca cogiendo, con su lengua.

Entonces me obligué a abrir los ojos y ver a Alexei entre mis piernas.

—Tus padres —dije entre jadeos—. No... quiero... ¡Ah!

No pude evitarlo y grité.

—Shhh —tapó mi boca con una mano y acercó su rostro al mío—. Las pareces son insonorizadas por la misma razón, ordenes de mi padre —sonrió malicioso—. Aun así, no quiero que hagas ruido, no hasta que te coja como tanto te gusta —sus dedos comenzaron a trabajar sobre mi hinchado clítoris y arquee la espalda al sentir como se concentraba el calor en mi vientre y el orgasmo se arremolinaba en mi interior, deseoso de explotar—. Córrete ahora, muñeca, córrete para mí.

Y obediente, lo hice.

Robó mis labios e invadió mi boca, dejándome sentir el sabor de mis fluidos. Colocó su mano en mi vientre y me obligó a calmarme.

—Buena chica —sus ojos me observaban atentos—. Así me gusta.

¿Cómo fue que acabamos en esto? Lo último que recuerdo fue la deliciosa cena que preparó la señora Charlotte anoche y una plática amena, pero esto, definitivamente yo estaba sola en una habitación de huéspedes y ahora, estaba con un hombre en la cama, disfrutando de un delicioso orgasmo y lo más seguro, es que me daría dos más si seguía torturándome así.

Dulce explosiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora