23 La verdad

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BONITO DÍA ESTEN TENIENDO MIS QUERIDOS LECTORES

JURO QUE LLORÉ CON ESTE CAP... JAJAJAJA

ANDO SENTIMENTAL...

HOY NO DIRÉ MUCHO, MÁS QUE LO QUE YA SABEN

QUE LOS LEO SIEMPRE CON AMOR 💋

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Mi padre estaba parado frente a una puerta y la abrió indicándome que entrara

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Mi padre estaba parado frente a una puerta y la abrió indicándome que entrara. Un espacio gris, sin vida, con una cama de matrimonio y una cómoda de madera blanca.

—Cielo —papá me miró—. Tenemos que hablar.

—Me daré un baño, te veré en un rato más —lo miré y entré al lugar—. Quiero — me señalé toda con las manos— quitarme la suciedad.

—De acuerdo, te veré abajo.

Me tomé mi tiempo para quitar la suciedad de mi cuerpo, relajarme y tratar de alejar todo lo malo que me había invadido en estos meses. Lloré más, casi hasta secarme. Había corrido con tanta suerte, pero me sentía preocupada por lo que pudo pasarle a mi hermana.

Me sequé, me miré al espejo y comencé a acomodar mi cabello. Unos toques a la puerta y mi estómago comenzó a saltar como loco.

— ¿Qué sucede? —Susurré acariciándolo, ignoré la puerta y seguí en lo mío—. Ahorita iremos a comer algo, ¿está bien?

Recibí otra patada de regreso y sonreí.

Me coloqué un pantalón de pijama y una sudadera para cubrirme, trencé mi cabello y salí de la recamara para ir a ver a papá. El pasillo estaba desierto, pero vi a las escaleras y ahí estaba el doctor, iba rumbo a la recamara de mi hermana.

—Doctor —saludé en su dirección—. Buen día.

—Buen día, joven Lucrezia —contestó—. Después la veré a usted, si está de acuerdo, he traído los aparatos para revisar cómo va su bebé.

—Gracias —contesté y continué mi camino.

Bajé las escaleras tomándome del pasamano, aún me sentía como en un sueño.

Observé la pequeña sala que estaba frente a la puerta de entrada, al lado izquierdo una gran puerta de madera. No había nadie a la vista, o al menos eso pensé hasta que me tomaron del brazo.

—Lucrezia —Alexei me tomaba sin tanta fuerza, se veía dolido, preocupado, no quería estar a solas con él—. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué...?

—Suéltame ahora mismo —escupí molesta—. No quiero que vuelvas a tocarme.

Dulce explosiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora