Al día siguiente, mientras me maquillaba frente al espejo, me detuve a pensar en todo el tiempo que había pasado desde el momento en que mi mayor preocupación fue qué vestido usaría para salir.
Y realmente lo había extrañado...
Ser una adolescente normal...
—Pheebs, ¿aún no decides el color del labial qué te pondrás? —se burló Caleb, tocando la puerta.
—Ya lo hice —repliqué, girando el picaporte para que él y Zack entraran a mi habitación.
—Estás preciosa... —me elogió Caleb, recorriendo mi cuerpo descaradamente con su azul mirada.
—Mis ojos están aquí, campeón —refuté, divertida, señalando mi rostro.
—Lo siento... Es que realmente estás... muy, muy linda con ese vestido... —enfatizó.
—Gracias —dije con una sonrisa, ignorando la intensidad que le había impregnado a sus palabras.
A veces Caleb me hablaba de una forma... rara... Pero siempre opté por ignorarlo. Yo adoraba a ese chico loco. No permitiría que ningún malentendido arruinara nuestra amistad.
—Y gracias también por haberse tomado la molestia de comprarlo. No era necesario, chicos —agregué, haciendo referencia al hermoso y elegante vestido rojo que me habían obsequiado.
Realmente apreciaba el gesto y la preocupación de ambos, pero esto solo me recordaba que debía conseguir un trabajo de inmediato. No podía continuar dependiendo de ellos.
—No tienes nada que agradecer. Un vestido así solo podría ser usado por ti... —respondió y yo me limité sonreír.
—¿Nos vamos? —gruñó Zack, saliendo de la habitación.
—¿Le pasa algo? —indagué, preocupada ante su reacción.
—Está celoso de nuestra química inigualable —respondió Caleb, coqueto.
—¿De qué hablas? —rebatí con el entrecejo hundido, intentando contener la sonrisa.
—De que te adoro —contestó, rodeando mi cuello para depositar un tierno beso en mi rostro.
<><><>
Como la noche de sábado no podía ser desperdiciada, Caleb nos llevó a un bar que se encontraba en el centro de la ciudad, el cual era muy frecuentado.
—Es muy bonito este lugar —opiné, escrutado el concurrido sitio mientras tomábamos asiento.
—Zack y yo hemos venido muchas veces. Estoy seguro de que te gustará.
—Parece que hoy es noche de karaoke —comentó el susodicho, depositando su oscura mirada en un pequeño escenario que estaba en el centro del local.
—Podrías cantar, Pheebs —sugirió Caleb.
—¿Yo? Pero yo nunca he cantado delante de tantas personas... —repliqué, insegura.
—Siempre hay una primera vez —emitió el chico de ojos azules, tomando mi mano con una sonrisa reconfortante—. Bueno, mientras te decides iré a buscar algo de beber —informó ante mi mirada vacilante, poniéndose en pie—. ¿Quieres algo, Zack?
—Una cerveza —contestó.
—¿Y tú, Pheebs?
—Cale, yo no... —dejé suspendida la frase.
—Oh, perdón. Olvidé que tú no bebes... —dijo, ligeramente avergonzado—. Podría traerte algo sin alcohol —sugirió, retomando su semblante relajado.
![](https://img.wattpad.com/cover/311380977-288-k485350.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El secreto más evidente [R2]
Novela JuvenilTrilogía REFORMERS. Libro 2. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Desde pequeña Phoebe Warm sufrió la amarga experiencia del desamor, ya que creció en un lugar sombrío e infernal. En medio de su caótico mundo solo...