Yuki Tsunoda no para de tragar. Max cree que en lugar de un bebé, el Omega tiene un agujero negro creciendo en su vientre. Es la décima dona que lo ve comiendo en el día, sin contar las que come escondido en su escritorio. Realmente no sabe en dónde le cabe tanta comida.
-Aquí tiene, señor Verstappen.- Deja una leche de plátano sobre su escritorio. El Alfa mira a su secretario con ojos entrecerrados, mientras que el Omega le sonríe con inocencia fingida, sus mejillas llenas de azúcar. -Disfrútelo, por favor.- El rubio le gruñe.
-Tienes que dejar de sobornarme para que no te diga nada por comer en horarios de trabajo.- Le dice, mientras se acerca a tomar la bebida, colocando el pequeño popote antes de darle un trago y contiene el gemidito se satisfacción cuando el sabor de la leche inunda su paladar.
-Lo haré cuando deje de aceptarlos.- Yuki le dice, dándole el último bocado a su aperitivo. El neerlandés lo observa detenidamente, con las mejillas gorditas y el rostro brillante, su secretario luce completamente adorable mientras se limpia los restos de azúcar de las comisuras.
La idea de que Sergio luzca así también estando en cinta hace gruñir a su lobo como loco. No, no, no. Cancelar, cancelar. No es bueno darle ideas.
-Su madre llamó. Otra vez.- Le contó con resignación. -Dice que la llame, necesita hablar con usted de algo urgente relacionado con su Nana.- Max observa al japonés atento y termina por asentir, observando al Omega alejarse con pasos vagos.
Toma su celular, respondiendo el mensaje que "Pecas" le envió hace unos minutos de si estaba de acuerdo con que pidieran comida china para cenar. Respondió que Sí y obtuvo un par de caritas felices con varios corazones como respuesta.
Deslizó el dedo por los contactos, seleccionando el de su madre para marcar luego la opción de llamar. Sophie respondió al segundo timbre.
-Hola, mamá.- Inició y se sorprendió al no escuchar ningún sonidito de queja. -Mi secretario me dijo que te llamara, ¿le sucedió algo a Nana?-
-Sabes que el próximo sábado
es su cumpleaños, ¿no?- Su madre le preguntó y él hizo un sonido afirmativo. -Bueno, le dije a tu hermano que no hacía falta que vinieran a Mónaco. Iremos a Colchester por el cumpleaños de tu abuela.- Le cuenta. -Y cómo sé que la adoras, no tengo que convencerte para ir. Asegúrate de conseguir un buen regalo y trae al Omega.- Su madre colgó antes de que pudiera decir algo.Max miró la llamada finalizada con las cejas fruncidas, sintiendo un dolor de cabeza comenzar instalarse. Su abuela para los regalos era muy quisquillosa. Desde que tiene memoria la ha escuchado criticar todos y cada uno de los presentes que recibe por su cumpleaños.
Detalló la hora en su celular, utilizaría el resto de la tarde para ir a comprar el dichoso regalo sino la idea de tener que comprarlo no lo dejaría dormir en toda la noche. Salió de la oficina con pasos rápidos, deteniéndose frente al escritorio de Yuki y no se sorprendió al verlo masticando una manzana.
-¿Qué le regalarías a una anciana senil de ochenta años que desprecia el gusto para los regalos de su familia?- Le preguntó y Tsunoda parpadeó confundido hacia él.
-¿Una bola de estambre para que teja como todas las abuelitas normales?- Medio respondió medio preguntó y el gruñido de su jefe le avisó que esa no era la respuesta correcta. Si le regala eso a su Nana capaz y la mujer lo desherede.
-No me sirve.- Responde en seco. -Compra dos boletos de avión para Londres. Los quiero para el viernes.- Le pide y el japonés asiente, escribiendo lo que acababa de decir en un post it para pegarlo luego en una de las esquinas de su portátil.
Pasó prácticamente toda la tarde buscando un regalo entre tienda y tienda. Al final se decidió por un colgante de oro blanco con un diamante en forma de trébol. Bien, así si su abuela le preguntaba por qué le había comprado aquello, entonces él diría que era para desearle suerte.
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▍║Pusilánime║▍
Fanfiction"Sergio Pérez siempre ha sabido que no es suficiente para Max Verstappen. Desde su compromiso hasta sus actuales años de matrimonio, sabe que el Alfa se ha conformado con tenerlo a su lado y que no es exactamente él quien desea tener por Omega. Sin...