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Una semana había pasado desde que la dulce omega había llegado a la casa. Los cachorros la adoraban aunque al inicio todo fue algo incómodo. Blace estaba convencido de que Enid era la Omega perfecta para su madre, mientras que Lilith solo la observaba sin decir ninguna palabra.
La alfa anotaba todo lo que decía y hacia la rubia. Enid moría de curiosidad y miedo de saber porque la joven alfa hacia aquello, tenía miedo de que Wednesday se lo hubiera pedido, pero al final del día Enid pudo respirar con tranquilidad al saber que la alfa solo comparaba su comportamiento con una tal Dalia, aunque eso era el fin de un problema invitaba otro.
¿Quien era Dalia? Enid odio que su fuente de confianza en aquella casa sería el pequeño y adorable Blace, aunque si Dorian pudiera hablar la rubia sabía que le diría la historia de su familia sin rechistar, el pequeño alfa estaba totalmente perdido en ella, en su olor y hasta en su forma de hablar. Aunque Blace parecía encantado con ella aún se mantenía un tanto reservado con respecto a la dueña de aquel nombre. El día que Enid quiso sobornar al pequeño pelinegro para saber quien era la Omega con la cual la comparaban, Blace abrió los ojos asustado y sin esperar respuesta corrió hasta su habitación negándose a salir durante el resto del dia.
Tras olvidar aquel pequeño incidente, Blace volvió a la normalidad con Enid. Disfrutaba jugar con la omega y seguirla a todas partes mientras le hablaba de cosas triviales las cuales Enid le ponía atención. Y Lilith, a Lily simplemente le parecía adorable la omega, la escuchaba y le preparaba waffles cuando quería, además de que le daba muchos abrazos y mimos, aunque no lo admitiría con su madre, adoraba la presencia de la rubia vagando por la casa.
Un lunes por la mañana toda la familia Addams y la Omega se encontraban en la cocina tomando el desayuno antes de irse a la escuela, la rubia preparaba el desayuno de sus pequeños alfas, gracioso debido a que Lilith medía al menos 10 centímetros más que ella, de seguro es hilarante ver a Enid llamándole la atención a la alfa.
-Puedes creer que el entrenador me amenazo con sacarme del equipo, Nini -Lily se encontraba molesta y hablando con la boca llena de waffles.
-Lily, tienes que aprobar cálculo, sé que es fastidioso, pero lo necesitas. Y no hables con la boca llena.
Enid ponía los almuerzos en la mochila de cada uno y también hacía figuritas graciosas con la fruta con la intención de llamar la atención de Dorian quien tenía una fascinación por las manzanas en forma de estrella.
Wednesday bajó corriendo y se escuchó como tropezaba en la escalera.
-Cachorros, es tarde, andando. ¡Diablos, necesito café!
Enid le extendió un termo con café y una lonchera gris.
-Tu café, además de tu desayuno y almuerzo, todo en la lonchera.
La pelinegra se sintió tranquila al saber que no tendría que pasar la mañana con el estómago vacío.
-Gracias, Enid, eres un sol.
Enid rio.
-Andando, pequeños alfas a la escuela. Blace no molestes a tus maestros, además come todo tu almuerzo, eso incluye verduras y frutas.
El pequeño alfa suspiro resignado.
- Lilith, pon atención en la clase de cálculo - Se acercó a la alfa y susurró en su oído. -Habla con Sofia de biología.
La alfa rio y dejó un beso en la frente de Enid, y Blace dejó un beso en la mejilla de la Omega.
-Enid, aquí está la lista de compras y el dinero. - Wednesday deslizo la nota hasta la mano de la rubia, rozando levemente sus dedos, salió apurada dando un portazo.
La omega suspiró y puso una mueca en su cara. Segundos después la puerta se volvió a abrir dejando ver a una Wednesday apurada en la entrada de la cocina donde estaba Enid.
-Que tengas un excelente día, Enid - dijo sonriendo.
-Usted también, señora Addams. -Enid sonrió y Wednesday abandonó el lugar.
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La omega estacionó la minivan en el estacionamiento de la tienda y tomó a Dorian en sus brazos.
Al entrar a la tienda empezó su trabajo.
Adoraba pasar tiempo con esos cachorros y mimarlos, son dulces y la adoran.
Los primeros días habían sido un tanto incómodos, incluso para Enid, pero después de algunos días y uno que otro malentendido, estos se emocionaban con la presencia suave de Enid. Les gustaba su dulce aroma, sus suéteres suaves y su deliciosa comida.
Con eso Wednesday se preguntaba como una linda omega como Enid seguía soltera. Enid que usaba suéteres suaves al tacto, con un dulce olor a flores, y una sonrisa para.cada ocasión. Tiene la personalidad más amable y cordial que ha conocido.
Sus pensamientos vagaban mientras caminaba por la oficina.
Últimamente sus empleados habían notado la sonrisa en el rostro de la alfa y la lonchera gris con comida caliente, esto considerando que la pelinegra solía no comer o simplemente pedir comida de fuera.
Minutos después Eugene, su mejor amigo y cuñado entra a la oficina.
El alfa la veía pícaro.
-¿Cómo van las cosas en casa de los locos Addams?
-Excelentes... Enid es asombrosa-. Respondió sin prestar mayor atención a sus palabras.
Eugene sonríe.
-Es una linda omega, que cocina y cuida a tus cachorros, sospecho que ella es la razón por la cual los últimos días has llegado con sonrisas enormes a la oficina.
Wednesday rio.
-No es lo que piensas, pero sí. Enid es la responsable de eso, hace felices a mis cachorros y por consecuencia yo también soy feliz.
La omega que llenaba su aburrida casa de color y flores frescas todos los días, la hacía muy feliz.
