Capitulo 24

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Botellas de más

En el cálido resplandor de la chimenea, Wednesday y Enid se encontraban sentadas en la cómoda alfombra, rodeadas por la serenidad de la noche. El aire fresco de la habitación les acariciaba la piel, mientras las llamas danzaban y proyectaban sombras en sus rostros. Entre ellas, una botella de vodka medio vacía brillaba bajo la luz del fuego.

-¿Otra? -preguntó Wednesday, sonriendo de manera casi imperceptible mientras tomaba la botella con elegancia y suavidad, apartándola ligeramente de Enid.

-¿Acaso no tienes llenadera? -rió Enid, sacudiendo la cabeza con incredulidad. Sus ojos brillaban con una chispa juguetona, reflejando las llamas de la chimenea.

Wednesday dejó escapar una risa seca, casi inaudible, y se sirvió un poco más de vodka en su vaso. Se recostó en su silla, disfrutando del momento.

-Quiero disfrutar esto-dijo Wednesday, mirando la botella con una especie de nostalgia-. La última vez que me divertí tomando alcohol fue en la universidad.

Enid estalló en carcajadas, su risa resonando en la tranquilidad de la noche. Elevó su vaso en señal de brindis, esperando a que Wednesday le sirviera otro trago.

-En cambio tú me sorprendes, Sinclair -mencionó la alfa, su tono de voz descendiendo suavemente, volviéndose más grave y a la vez embriagador. La mirada fija de Wednesday sobre Enid era penetrante y misteriosa.

-Soy como una caja de Pandora, alfa -respondió Enid con el mismo tono, sus palabras cargadas de un significado profundo. Sus ojos se encontraron y, por un momento, el mundo pareció detenerse alrededor de ellas.

Wednesday sirvió el trago, la transparencia del vodka contrastando con la oscuridad de la noche. Le entregó el vaso a Enid, quien lo tomó con una sonrisa cómplice.

-¿Sabes? Siempre he tenido curiosidad sobre ti-dijo Wednesday, su voz casi un susurro-. Nunca dejas de sorprenderme.

Enid sonrió, una sonrisa que parecía guardar mil historias.

-Tal vez algún día te cuente mis más oscuros secretos -respondió, levantando su vaso para brindar-. Pero por ahora, disfrutemos del momento, como tú dijiste.

Amabas adultas brindaron, el tintineo de los vasos resonando en la noche tranquila. El alcohol calentaba sus cuerpos, y la tensión entre ellas crecía con cada palabra, cada mirada compartida.

-Enid -habló Wednesday de repente, su voz más suave, casi temblorosa. Su mirada descendió lentamente entre los ojos y los labios de la Omega frente a ella.

-Hmm -emitió Enid en respuesta, sus ojos, buscando los de Wednesday, esperando que la alfa hablara.

-Perdón -murmuró Wednesday, acercándose más a ella, sus palabras apenas un susurro.

Gardenias and Coffee cups | WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora