Capitulo 34

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La recuperación de Enid había sido calmada y, afortunadamente para la Omega, rápida. Aunque aún no había retomado todas sus actividades, al menos ya podía pasar tiempo con los chicos fuera de su habitación, lo cual representaba un gran cambio. La rutina diaria en casa se estaba normalizando poco a poco, y la presencia de Enid fuera de su cuarto era un alivio para todos.

Desde la partida de Dalia, el pequeño alfa no se había separado de ella ni un solo segundo. Blace también mostraba una necesidad constante de estar cerca de Enid, y aunque Lily no lo admitiera abiertamente, ella también seguía a la Omega a todos lados, especialmente cuando Enid quería salir de casa. La alfa incluso llevaba consigo artículos de defensa personal, algunos de ellos no tan legales, pero prefería estar preparada a permitir que algo le sucediera a Enid nuevamente.

- Lily, solo voy al supermercado -dijo Enid riendo-. Puedes quedarte en casa si quieres.

Lily negó con una sonrisa, sus ojos brillando con determinación.

- Me gusta pasar tiempo contigo, Nini -dijo mientras subía al auto junto a la Omega-. Además, en un año me iré a la universidad y quiero pasar tiempo con mi Omega favorita.

Enid sintió una calidez en su pecho y devolvió el abrazo suavemente.

- Pensé que Sofía era tu Omega favorita -respondió Enid, su voz llena de afecto mientras correspondía el abrazo.

Lily la miró con una mezcla de ternura y seriedad.

- Tú eres mi mamá, eres mi persona favorita en el mundo.

Las palabras de Lily hicieron que los ojos de Enid se abrieran de par en par, y de inmediato sintió las lágrimas acumulándose. Era un momento pequeño, pero significativo, que encapsulaba todo el amor y la conexión que compartían.

Mientras conducían al supermercado, Enid se permitió un momento de paz. La vida había sido difícil últimamente, pero en esos momentos de cariño, encontraba la fuerza para seguir adelante. Con Dorian tranquilo en su silla y Lily a su lado, sabía que no estaba sola. Sus cachorros eran su mundo, y en su compañía, encontraba el consuelo que tanto necesitaba.

Al llegar al supermercado, Lily insistió en llevar el carrito de compras, así la Omega llevaba el carrito de su hermano. Enid sonrió, apreciando el gesto.

Mientras recorrían el pasillo de los cereales, Lilith rompió el silencio con una pregunta que había estado rondando su mente.

- Nini -preguntó la pelínegra, mirando a la Omega con curiosidad.

- ¿Sí? -respondió Enid, levantando una ceja mientras examinaba las diferentes opciones de cereales.

- ¿Cómo sabes cuándo te gusta alguien?

Gardenias and Coffee cups | WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora