Capitulo 41

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Lilith miró a su alrededor, sintiendo una opresiva sensación de incertidumbre. Su corazón latía acelerado y su mente no dejaba de dar vueltas, sin duda no quería ver su cuarto lleno de popo de bebé otra vez. Finalmente, se giró hacia Enid con los ojos muy abiertos y la voz temblorosa.

— ¿Sobrevivimos? —preguntó Lilith, sorprendiendo a Enid, que la miró con curiosidad.

— ¿A qué te refieres? —respondió Enid, frunciendo el ceño.

— Ya sabes —Lilith levantó las cejas de manera significativa—. A la extraña manía de mamá de querer tener más vástagos cada vez que respiras.

Enid la miró con una mueca de confusión y justo en ese momento, Wednesday entró en la habitación, captando la atención de ambas.

— ¿Vástagos? —interrumpió Wednesday, arqueando una ceja—. ¿Desde cuándo hablas con tanta formalidad, Lilith?

Lilith se giró rápidamente y corrió hacia su madre, agarrándole el brazo con desesperación.

— ¡Por favor, mamá! —gritó dramáticamente—. ¡Prometiste que esperarías a que me fuera para tener más bebés!

Wednesday la miró con una sonrisa maliciosa, disfrutando de la angustia de su hija.

— Aún me mudaría cerca de tu universidad, así tendrías que cuidarlos —dijo Wednesday, disfrutando de cada palabra—. Y tendrás que pasar por la etapa donde usan tu ropa, como lo hacía Blace.

— ¡Mamá! —gritó Lilith, alargando la última letra en un tono de queja.

Wednesday miró fijamente a Enid, con una sonrisa juguetona en los labios.

— Tendremos más de cuatro cachorros —dijo con una voz suave, pero firme.

Enid, la Omega, se sonrojó ante la idea, sintiendo un nudo en el estómago por la emoción y la preocupación.

Lilith, tratando de mantener la calma, miró a su madre con seriedad.

— Wednesday Addams —dijo en tono solemne—, tenemos que hablar sobre tu obsesión con los cachorros.

Max, que estaba en un rincón con Dorian en brazos, intervino suavemente.

— Pues, es como tú, Lily—dijo con una sonrisa tímida.

— ¿Qué? —preguntó Wednesday, sin entender.

— Nada —se apresuró a responder Lily.

Enid, curiosa, se acercó un poco más.

— ¿A qué te refieres, Maxi? —preguntó.

Max, nervioso, susurró:

— Bueno, Lilith se ha pasado los últimos dos días diciendo cuánto desea tener cachorros y lo buena madre que sería.

Gardenias and Coffee cups | WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora