Bienvenido

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Ahí estaba de nuevo,  debía terminar de limpiar todo antes de irse, el restaurante se había vaciado hacía cerca de una hora, pero él aún debía terminar con los platos, limpiar el piso y sacar la basura.
Sintió un ligero dolor en la mano y sabía perfectamente que era culpa del detergente para lavar los platos, siempre había sido de piel bastante delicada y esa clase de cosas le causan irritaciones un tanto dolorosas, pero no había opción ¿no? Era su trabajo y era lo más decente que había logrado conseguir. Al menos era suficiente para pagar la renta y no morir de hambre por completo.
Estaba molesto, su compañero de área había desaparecido de un día para otro y era la razón de que ahora su carga de trabajo fuera mayor y es que su jefe era un idiota que se negaba a buscar otro empleado, prefería dejar todo en manos de Seonghwa, así se ahorraba un sueldo.

Él se repetía una y otra vez que debía aguantar, una vez que tuviera el dinero suficiente para regresar a la universidad y terminar sus estudios todo sería mejor.
Dejaría ese empleo de mierda, ganaría un mejor salario y también dejaría el sucio departamento que había conseguido alquilar. Pronto todo sería mejor.

Terminó su trabajo de limpieza, secó sus manos sobre el delantal de tela negra que llevaba atado a la cintura, miró la cocina una vez más y todo parecía estar en orden, dejó escapar un pesado suspiro al notar que el reloj ya marcaba la media noche.

Fue al área de vestidores para quitarse el uniforme y poder irse. Su pulcro uniforme de pantalones sastre y camisa blanca fueron reemplazados por unos jeans y una hoodie gris.
Se encaminó a la salida,  ahí había dejado la gran bolsa negra llena de basura, eso era lo último, llevarla al contenedor, cerrar el restaurante y al fin era libre.
Cuando salió del lugar el viento fresco del otoño lo relajó, pero era muy tarde para tomar un autobús y un taxi era demasiado caro,  caminar hasta casa era la única opción, a pesar del cansancio, ya era lo habitual.

Decidió parar en una tienda de conveniencia, quería una bebida, algo que le diera tan solo un poco más de energía para soportar su camino.
El trabajo de Seonghwa estaba en un área bastante concurrida, así que el ruido y las luces de los negocios lo hacían sentir un poco menos miserable o eso creía, hasta que pensaba en todas aquellas personas que podían darse el lujo de cenar en restaurantes caros, salir a clubes a divertirse o simplemente conducir un auto y usar ropa bonita. Cosas tan simples a él le parecían algo demasiado lejano.

—¿Seonghwa?

La mención de su nombre le hizo darse la vuelta, un atractivo joven lo miraba —lo sabía, eres tú.

El chico usaba ropa muy bonita y más que bonita notaba que era costosa, su cabello estaba muy bien peinado y era claro el maquillaje que resaltaba sus facciones.

—Wooyoung ¿qué haces aquí?

—Tengo trabajo, pero reconocí tu lindo rostro y debía saludarte.

El chico era un poco más bajo que Seonghwa, eso sin contar los botines de tacón que estaba usando, su cuerpo era ligeramente musculoso y tonificado, resaltaba más con la camiseta de cuero  negra que llevaba bajo su chaqueta.
Era extraño Wooyoung había pasado casi un año trabajando  con él en el restaurante y jamás lo vio usar ropa tan lujosa, era casi como ver a una persona totalmente diferente.

—Veo que te ha ido bien en tu nuevo trabajo.

No lo podía evitar, sentía algo de envidia.

—Es maravilloso Hwa, nada de lavar y limpiar todo el día. Y sobre todo nada de tirar la asquerosa basura.

No intentaba presumir realmente, pero su alegría era auténtica, era una persona demasiado alegre.

— Ya veo ¿y qué clase de trabajo es ese?

꧁•⊹٭𝙰𝚞𝚛𝚘𝚛𝚊٭⊹•꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora