꧁•⊹٭𝙰𝚞𝚛𝚘𝚛𝚊٭⊹•꧂

Sentimientos

La mesa era un desastre, el vino se había regado mojando el piso , pero no le importaba, su concentración estaba completamente en otro lado, más específicamente en la persona que tenía entre las piernas y es que había sido privado de uno de sus sentidos, Hong Joong le había asegurado que al faltar uno de los cinco sentidos los demás se agudizaban y cada sensación se volvía más intensa, vaya que tenía razón.

No podía verlo, pero sentía cada uno de sus movimientos, los labios y la lengua del mayor saboreando sus pezones, sus suaves manos sosteniéndolo de los muslos y por supuesto la cálida y rígida erección que se frotaba contra la suya, le estaba generando una necesidad inmensa, adoraba las caricias, adoraba ser provocado por su capitán, le resultaba increíble la inmensa necesidad que aquel hombre había despertado en él.

-Hong Joong... Ya por favor...

Se mordía los labios con cada roce, y tenía que tratar de no caer en la tentación de arrancarse aquella corbata que le cubría la vista, pues el mayor le había advertido que de no obedecer serían sus manos las que también terminarían atadas y aunque la idea le resultaba excitante también deseaba poder acariciar a su amante. Sabía que era un juego de control, a Hong Joong le gustaba dominar, lo sabía desde que lo conoció pero en el sexo era cada día más claro y es que Seonghwa no podía pensar en alguien más ideal para él, adoraba complacerlo, encontraba tanto placer en seguir sus órdenes y dejarse hacer por él.

-¿ya? ¿Qué es lo que quieres, mi amor?

Una de sus manos se estaba encargando de masturbarlo lentamente, conocía los puntos débiles de Seonghwa, sabía como enloquecerlo y disfrutaba de verlo suplicar.

-ahhh... A ti, te necesito dentro... por favor

Ahogó un gemido al morder su labio inferior, sus piernas estaban temblando y era increíble que HongJoong lo tuviera de esa manera con tan poco.

-Me encanta que hables así.

Dejó un cálido beso en su pecho mientras comenzaba a frotar y hacer una ligera presión en la entrada de Seonghwa.

-si quieres que entre debes abrir más las piernas, mi vida. -murmuró el mayor observando como este obedecía al instante -Bien hecho.

Era increíble como esas simples palabras le excitaban tanto, saber que estaba haciendo las cosas bien era uno de sus placeres más simples.

-ojalá pudieras ver la hermosa vista que me estas dando.

Se relamió los labios, al observar como la entrada de Seonghwa se dilataba y contraria al compás de su agitada respiración. Al igual que ver su rígido miembro gotear líquido transparente sobre su abdomen, el rubor en su cuerpo a causa de la enorme excitación y el sonido de sus gemidos siendo difícilmente contenidos. Le parecía increíble que existiera un ser tan hermoso y perfecto, alguien a quien deseara de todas las maneras posibles y lo llenará de tanta satisfacción.
No esperó más, comenzó a penetrarlo lentamente provocando más suspiros y gemidos de Seonghwa, esa era su parte favorita, saber cuánto placer era capaz de provocarle a la persona que tanto adoraba, una vez completamente dentro suspiró, quedándose quieto unos segundos, disfrutando aquella sensación, esperaba a que Seonghwa se relajará un poco más antes de comenzar sus movimientos.

-¿Esto es lo deseabas, mi vida?

Lo miro asentir -quiero más... Por favor... -las palabras mágicas.

Comenzó con las estocadas, era gentil al inicio, trataba a su amor de forma tan dulce, lo único que deseaba era hacerlo sentir bien. Este gemía de manera armoniosa mientras sus manos se aferraban a los hombros de Hongjoong con fuerza, sus pequeñas uñas dejaban un par de marcas en la piel y el ligero dolor no hacía más que aumentar su placer.
Por su parte Seonghwa privado de su vista podía sentir todo con mayor intensidad, como el miembro de su amado capitán golpeaba en su interior, llegando a ese punto tan sensible que lo enloquecía, el roce de su propio miembro contra el abdomen de Hongjoong qué solo le generaba suspiros y jadeos de placer, así como los ocasionales besos que eran dejados en su cuerpo y algunos eran robados de sus labios.