Dudas

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Seonghwa seguía mirando los billetes dentro de aquella bolsa. Mingi se la había entregado al bajar de la camioneta cuando lo dejó en casa. Era el dinero que le correspondía por aquella cena con el Capitán. Seguía sin creer que tenía esa enorme cantidad de dinero solo por haber cenado con él, no hubo nada más que una cena y una agradable conversación. Nada de besos, toqueteos, insinuaciones o sexo. Se preparó para dormir, por primera vez se sentía tranquilo, tenía el dinero suficiente para vivir un mes sin tener que trabajar y lo había conseguido tan fácil, realmente era tan bueno como Wooyoung le había dicho.

Pero pronto se dio cuenta de que no todo podía ser tan sencillo. Esa misma semana tuvo un trabajo más, se había acordado para su visita a un hombre que rondaba los cincuenta años, el heredero de una importante empresa farmacéutica y no es que el hombre no fuese atractivo, porque lo era, considerando su edad, pero su personalidad era lo que Seonghwa no pudo soportar.

Una vez más Mingi y su chofer lo habían escoltado hasta un lujoso casino en Gangnam.
Al llegar su pequeño bolso fue inspeccionado antes de permitirle el paso, su escolta le recordaba que debía llamarlo si ocurría algún problema y esta vez había una indicación más.

— Dos  horas, no más que eso. Yunho me pidió que te informe el tiempo que cada cliente ha pagado, asegúrate de cumplirlo. Sin excepción.

Seonghwa estaba un poco confundido, pero asintió antes de que el más alto lo dejara solo.

Un empleado del lugar le pidió que lo acompañara, esa noche no estaría en nada menos que una de las salas VIP del lugar; una zona alejada del ruido y la luminosidad del piso principal.

Al llegar se dió cuenta de lo grande que era el lugar, decorado con tonos dorados y brillantes acabados, grandes cortinas de terciopelo rojo oscuro que colgaban de las paredes y le daban un ambiente de intimidad.
Los muebles eran lujosos sofas de cuero negro y mesas de madera de roble perfectamente lustrada. En una esquina había un bar muy bien surtido con los vinos y licores de la más alta calidad, claro debían brindar solo lo mejor a sus importantes invitados.

El ambiente estaba impregnado de risas de varios hombres y mujeres disfrutando la velada, el sonido de las fichas que se usaban para las apuestas y claro de las copas y vasos de cristal chocando en brindis de felicitación cada vez que alguno de los presentes ganaba.

La presencia de Seonghwa fue notada rápidamente por su anfitrión, el hombre hasta ese momento había estado acompañado por un par de jovencitas de no más de dieciocho años, vestidas en cortos (por no decir diminutos) vestidos de satin y tacones tan delgados como agujas. Pero fueron rápidamente dejadas de lado por el hombre al ver al recién llegado.

— Vaya, Yunho sin duda sabe elegir solo lo mejor.

Su mirada era demasiado intensa, Seonghwa sintió que lo estaba devorando con solo verlo y un escalofrío le recorrió el cuerpo.

—Buenas noches, mi nombre es Mars.

Trataba de mantener la compostura, aunque el aura que emanaba aquel hombre era demasiado intensa y podría decirse que incluso le generaba temor. 

El hombre le indicó que se acercara, estaba descansando cómodamente en uno de los grandes sillones del lugar y con una cabezada le dio a entender a las jovencitas que se alejaran, ellas no dudaron ni un segundo en obedecer e ir a atender al resto de los invitados.
Por su parte Seonghwa estaba cerca del hombre, pero no lo suficiente, ya que el hombre rápidamente lo sujetó de la muñeca haciéndolo caer sentado sobre su regazo, un movimiento bastante brusco, pero que no alcanzaba a hacerle daño realmente.
Estando tan cerca podía notar el potente olor a alcohol y a tabaco que emanaba el hombre, ahora era más desagradable.

꧁•⊹٭𝙰𝚞𝚛𝚘𝚛𝚊٭⊹•꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora