En un mundo donde la magia y la fantasía es considerado lo más normal, un aventurero junto a su grupo exterminan a las criaturas conocidas como Goblins; las cuales se han encargado de llevarse la felicidad de las personas, así como de arrebatar la i...
La enorme criatura al ver a los aldeanos y a los aventureros comenzó a rugir de furia, mientras provocaba una gran avalancha al empujar el borde de la colina con sus enormes manos. Las rocas caían por todo el lugar alertando a los pobladores quienes huían despavoridos por la destrucción, escuchando a la par el rugido que emitía la enorme criatura. La sacerdotisa veía con algo de horror la situación, quedándose casi en un trance ante tal hecho terrorífico.
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Goblin Slayer: ¡Rápido!
¡Debemos de evitar que caigan más rocas!
Gritaba el aventurero a su compañera logrando despertarla.
Sacerdotisa: ¡Si!
La joven entonces avanzo hacia atrás, utilizando su bastón para invocar dicho hechizo.
Sacerdotisa: Piadosa madre tierra... protege a los débiles con el poder de la tierra.
¡Protection!
La joven logro invocar un gran muro como el que uso para combatir a los Goblins, haciendo que las rocas que caían por la fuerza del gigantesco monstruo; no llegaran hasta el pueblo o mataran a los civiles. La criatura al ver esa acción, su ira comenzó a incrementar al hacer que la otra parte de la colina comenzara a desmoronarse; esto puso en alerta a los demás aventureros quienes comenzaron a proteger a las personas que quedaban atrapadas por las rocas, con el enano ayudando a dichas personas; mientras el Lizardman usaba sus hechizos para invocar un pequeño ejército de esqueletos que servían como escudo.
Enano: ¡No te quedes ahí!
¡Es cuando ahora te necesitamos!
¡Orejas Largas!
Gritaba refiriéndose a la joven Elfa, quien aún se encontraba conmocionada por el suceso. Mas aun, parecía demasiado asustada al ver a la criatura; como si lo reconociera de algún lugar.
Elfa: No puede ser...
Tiene que ser una broma.
Eran las palabras que decía la arquera ante tal hecho, por mientras el enorme monstruo simplemente desvió su atención al avanzar de regreso por la dirección de donde salió. Caminando de regreso al mar para no ser visto, al notar dicha acción los aventureros y las pocas personas que se quedaron a presenciar el desastre lo siguieron hasta la cima de la colina. No logrando visualizar al monstruo, dejando simplemente un rastro de enormes huellas que daban al mar.
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