Capitulo #5

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Mile no había querido rechazar de una forma tan brusca la oferta de Nattawin. Fue un acto reflejo. Haría cualquier cosa por proteger a Delia, y eso significaba mantener alejados de ella a todos aquellos en los que no
confiaba plenamente. ¿Y si Nattawin se acercaba, Delia se encariñaba, y luego Nattawin se volvía a Thailandia o un día decidía que ya no tenía tiempo para su hija? No podía arriesgarse a que sufriera otra vez el rechazo. Ya había sufrido bastante cuando su propia madre los había abandonado a los dos. No permitiría que nadie volviera a lastimarla de esa manera.

—Eres listo. Estoy seguro de que te las apañarás —dijo Nattawin, Creo que me terminaré el dónut en mi despacho.

Mile se sintió como un imbécil. Nattawin no había hecho nada más que ser tan amable y dulce como siempre. ¿Por qué tenía que desconfiar tanto de la amabilidad? .

—Gracias por los dónuts…

—Solo intento que nuestra relación laboral mejore un poco Mile.

Ahora se sentía aún peor. Cuanto más agradable se mostraba con él, más atraído se sentía por el. Y no quería arriesgar su corazón de nuevo, No podía hacerlo.

—No tienes por qué hacer nada especial. No es necesario.
Nattawin se detuvo en el umbral de su puerta y se volvió hacia él. Ese día llevaba un sencillo set Blanco y camisa roja que resaltaba su cuerpo y sus bonitos ojos marrones. Por más que lo había buscado, no había podido encontrarle ningún defecto a aquel hombre.

—¿Qué no es necesario? —Tara apareció en la entrada del despacho de Mile.

—Le traje a Mile unos dónuts esta mañana. Me estaba diciendo que no tenía por qué hacerlo.

—Supongo que ninguno de los dos ha podido relajarse lo suficiente este fin de semana. —Tara entró y se sentó en el pequeño sofá del despacho. Nattawin se unió a ella.
¿Relajarse? Para mile no había fin de semana lo suficientemente largo para relajarse después de estar cinco minutos con Nattawin al lado.

 ¿Relajarse? Para mile no había fin de semana lo suficientemente largo para relajarse después de estar cinco minutos con Nattawin al lado

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—Solo le decía que no es necesario que se esfuerce en ser amable conmigo…

Tara negó lentamente con la cabeza.

—Grant y yo lo hemos hablado y creemos que el único modo de que superéis vuestros problemas es que paséis más tiempo juntos.

—Espera. ¿Qué? —A Mile se le revolvió el estómago.

—Espera un momento. —Tara levantó la mano—. Escúchame. Creemos que sería buena idea pasar algún tiempo juntos fuera de la oficina. Los dos trabajáis muy duro y creemos que el estrés del proyecto del paseo marítimo ha hecho que hayáis empezado con mal pie.

Mile empezó a sentir pánico.

—¿Tienes algo concreto en mente, Tara? —preguntó Nattawin tras soltar un suspiro.

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