Mile había deseado ese momento desde que salieron de Los Ángeles. Solo que había tenido demasiados conflictos consigo mismo para admitirlo. Y ahora que estaba ocurriendo, quería llegar a la cama con Nattawin lo antes posible. Los pantalones le apretaban tanto que no sabía cómo podía seguir respirando, y mucho menos cómo podía mantenerse erguido. Tenía que tenerlo en cuerpo y alma. Ya El calor rugía en su Interior, su erección era feroz e insistente.
Nattawin caminó hacia la cama, tirando de él. Él le agarró el dobladillo del jersey y se lo levantó por encima de la cabeza. Sentía como si estuviera revelando su recompensa, un premio que era solo para él.
Lo besó y le desabrocho su camisa, admirando sus hermosos pezones antes de apretarlos. Los ojos de Nattawin se entrecerraron y el puro éxtasis de su expresión le hizo desear hacerle eso una y otra vez.
Mile desabrochó los vaqueros y se los bajó por las piernas, deteniéndose para arrodillarse ante el y contemplar la hermosa longitud de su cuerpo.Le salpicó el vientre con besos suaves y lentos mientras le bajaba una tanga masculina
-Túmbate, Natt-le pidió, y el no tardó en subirse a la cama y estirarse ante él.
-¿Y tú? Tienes que quitarte la ropa.
Mile hizo amago de comenzar a desnudarse, necesitaba hundirse en el ya, pero su boca y sus manos le decían que esperara un minuto más.
Apoyó una rodilla en la cama y le agarró las muñecas con una mano, levantándole los brazos por encima de la cabeza.
-¿Estás bien? -le preguntó a Nattawin robándole un beso.
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La Alta Socieda
RomanceChispas en la oficina..., ¡fuego en el dormitorio!!! El ex modelo Thailandes Nattawin por fin había encontrado su lugar en Sterling Enterprises, la empresa inmobiliaria de su difunto exmarido. El problema era que Mile Romsaithong, el arquitecto con...