Chispas en la oficina..., ¡fuego en el dormitorio!!!
El ex modelo Thailandes Nattawin por fin había encontrado su lugar en Sterling Enterprises, la empresa inmobiliaria de su difunto exmarido. El problema era que Mile Romsaithong, el arquitecto con...
-Eso no suena tan mal. Es natural que quisieran proteger al miembro más vulnerable de la familia. Al ser el pequeño y el único chico, seguro que te veían así.
-No me gustaba que me tratasen como si fuese de porcelana. Lo único que quería era que me incluyeran. Nattawin le contó que solía vestirse como sus hermanos y que les rogaba que lo dejaran jugar al fútbol hacer deporte con ellas. Su madre, que siempre había querido tener un niño, deseaba poner por fin algún toque masculino en casa...
-Muchas veces me sentía como un intruso en mi propia casa.
Nunca me sentí cómodo -dijo mientras se recolocaba de nuevo en el asiento-. Y en la escuela también tenía problemas. Los chicos pensaban me llamaban raro afeminado que era feo y solo unas pocos chicos y chicas querían ser mis amigas.
-¿Feo? Tienes que estar de broma. -nattawin era un hombre precioso, Lo mirases por donde lo mirases-. Supongo que fue una fase de tu vida en la que lo veías todo un poco distorsionado. Eso le pasa a todo el mundo.
-¿Hasta los dieciocho? Eso es mucho tiempo.
-¿Qué pasó cuando cumpliste dieciocho?
-Fui a la universidad y me di cuenta de que, si dejaba de esconderme bajo jerséis anchos, los chicos tal vez me prestarían atención y me aceptarían como yo era.
-Te convertiste en modelo. Desfilaste en pasarelas y fuiste portada de revistas, ¿verdad? Eso debió de ser un triunfo para ti. Les demostraste a todos que estaban equivocados. Nattawin respiró hondo y miró por la ventana.
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-Tal vez. Pero no borró quién era yo ni cómo me sentí durante Todos los años anteriores a que eso ocurriera. Todavía me siento como ese chico torpe la mayor parte del tiempo.
-¿Incluso ahora? -Si el pudiera verse como él lo veía... Un Hombre digno de admiración.
-Incluso ahora. -Nattawin volvió a moverse en su asiento-Sinceramente, tu hermana me hizo sentir así al principio. Era duro estar cerca de ella y saber que mi exmarido la prefería a ella porque yo no había estado a la altura de sus expectativas.
-Miranda también perdió a Johnathon, así que no sé qué hay de envidiable en su situación..
-Ella tiene un bebé suyo en camino. -La voz de Nattawin se quebró.
El dolor del que Miranda le había hablado era muy real. Y él sentía de manera irracional la necesidad de librarlo de ese sufrimiento. Nattawin trató de serenarse tras su confesión. Mostrar su lado vulnerable con Mile era mucho más difícil que con cualquier otra persona que hubiera conocido. Esperaba que no pensara mal de el por haberse sincerado.
-Dejemos de hablar de mí. Quiero saber cómo te sientes por lo de esta noche. Él apretó el volante con fuerza.
-Mentiría si dijera que no estoy nervioso.
-Debe de ser porque sientes que vas a ganar.
-No lo creo. Todos los nominados son muy buenos.
-Sigo pensando que ganarás. Y creo que tú en el fondo también lo sabes. -Nattawin estaba seguro de que él era consciente de su propio talento -Todo lo que haces en el trabajo es preciso y muy pensado. A menudo me pregunto cómo puedes tener tanta seguridad en ti mismo.
-Tengo seguridad en el trabajo que hago. Sé que lo que hago es bueno, pero eso no significa que sea el mejor. -Se encogió de hombros y salió de la autopista.
No tardaron en llegar a Hollywood Boulevard, y luego al centro de Beverly Hills, con sus amplios bulevares y su ir y venir de coches de lujo por todas partes. Aquel ambiente no era nada nuevo para Nattawin. Se había mudado a Los Ángeles cuando el ritmo de vida que llevaba en Nueva York comenzó a afectarle. Añoraba los espacios abiertos y el sol. Fue una mala decisión, porque para eso debería haberse ido a SanDiego. En Los Ángeles, lo único que había conseguido era más atascos y menos trabajos como modelo.
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Pero también fue allí donde conoció a Johnathon. Y su romance con él le cambió la vida, le abrió los ojos a todo un mundo de posibilidades. Mile se detuvo frente al hotel Essex Beverly Hills. El botones se apresuró a abrir la puerta de Nattawin mientras el aparcacoches se acercaba por el lado de Mile.
Nattawin esperó mientras él le entregaba las llaves y después entraron juntos. El vestíbulo era muy glamuroso, destilaba un aire del viejo Hollywood. En el mostrador de recepción les recibió una empleada que, en opinión de Nattawin, era muy guapa. Mile parecía inmune a su belleza. Nunca había manifestado interés por ninguna mujer. Se intuía que tenía otras prioridades.
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