Chispas en la oficina..., ¡fuego en el dormitorio!!!
El ex modelo Thailandes Nattawin por fin había encontrado su lugar en Sterling Enterprises, la empresa inmobiliaria de su difunto exmarido. El problema era que Mile Romsaithong, el arquitecto con...
-Quiero esto... -Nattawin se acercó y unió sus labios a los de él..
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Mile reaccionó de inmediato, su lengua comenzó a reclamarlo y le rodeó la cintura con sus fuertes brazos. No paraba de pensar en quitarle Aquel set. La sola idea de tenerlo desnudo le tensaba el cuerpo. Lo deseaba de un modo que no podía llegar a comprender.
-Necesito saber si esto es realmente lo que quieres, Nattawin -le dijo Mile mientras recorría su cuello con la boca-. Si aparto un solo Centímetro de tu ropa, si tenemos sexo, toda nuestra dinámica en el trabajo va a cambiar.
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Nattawin echó la cabeza hacia atrás y entrecerró los ojos.
-¿Me estás tomando el pelo? Quiero que nuestra forma de trabajar cambie por completo. -nattawin metió las manos bajo su chaqueta y se la pasó por los hombros y los brazos hasta hacerla caer al suelo.
Nattawin lo deseaba tanto que hasta le dolía pensar en ello, aunque no tenía ni idea de lo que pasaría tras hacer el amor con él. Prefirió no hacerse preguntas y dejarse llevar. Ahora que ya no llevaba chaqueta, fue a por su camisa. Él volvió a besarle el cuello y el estiró los brazos para desabrochar su collar y dejarlo sobre la mesa. Luego Nattawin comenzó a explorar los duros pectorales de Mile con Las manos, Las de él se dirigieron a la cremallera del Pantalón, bajándolo Lentamente.
La chaqueta Así que dio un paso atrás y estiró los brazos, dejando que bajara por su propio peso poco a poco, y quito su camisa blanca quedando al descubierto solo sus boxers transparente azul a juego. Con la ropa. Los ojos de mile brillaron con más intensidad al verlo así.
-Eres precioso, Nattawin. -Él acunó su cara con ambas manos, acercando sus labios a los suyos, y luego le dio la vuelta hasta que quedó de espaldas a él. Después le acarició la espalda y sus pezones se endurecieron por el cálido contacto. Necesitaba tanto que lo tocara... El deseo que sentía era tan intenso que no podía evitar gemir con cada caricia.
Nattawin le agarró las manos y se las bajó por el vientre, con la esperanza de transmitirle sus deseos. Él captó la indirecta y le bajó los boxers hasta los glúteos. Nattawin se las quitó, sintiéndose deliciosamente libre. Luego se dirigió directamente a los pantalones de él, desabrochando, bajando la cremallera y tirando de ellos y de sus bóxer. No quería quedarse mirando, pero era magnífico ahora que podía verlo desnudo... hasta el último centímetro. Lo besó suavemente, se agachó y tomó su erección con la mano. Él gimió con el primer contacto, un sonido que fue descendiendo a medida que el le daba largas y cuidadosas caricias.
