Capitulo #34

36 9 1
                                    

El miércoles por la mañana había llegado. Nattawin había pasado la noche en las oficinas de Sterling. Estaba agotado y triste, sobre todo cuando le deseó buena suerte con la presentación a Tara, para la que solo faltaban unas horas. No tuvo ocasión de despedirse de Mile, ya que él
estaba en el aparcamiento cargando la furgoneta.

—Lo haras muy bien. Lo sé —dijo Nattawin.
—¿Estás seguro de que quieres irte? —preguntó Tara—. Creo que hemos salvado la presentación, y sé que ahora la gente te da la espalda, pero ya entrarán en razón. En cuanto recuperen el sueño perdido se olvidarán de todo.
Nattawin no estaba tan seguro.

—Lo que más me gustaba de trabajar aquí era formar parte del equipo. Eso ya no existe, así que creo que esto es lo mejor para mí.

—¿Se lo has dicho a Mile?
—Dejaré esto en su escritorio —dijo mostrándole una nota que tenía en la mano—. Puede leerla cuando vuelva.

Tara extendió los brazos y se abrazaron.

—Mantenerme informado de todo.

—Tú también —dijo Nattawin—. Hazme saber cómo va la presentación.

Se separaron y Nattawin pasó por última vez por el despacho de Mile.
No se quedó mucho tiempo, no quería revivir el pasado ni pensar en lo que podría haber sido. Después de dos días durmiendo muy poco, estaba agotado.  Había hecho todo lo que podía hacer y ahora le esperaba otro tipo
de trabajo. Tenía que hacer las maletas.
La ropa que había traído para el funeral de Johnathon iba en una de las tres maletas, junto con todo lo que había comprado desde que llegó....

Decidió dejar el azul que se había puesto para el Premio
Estatal al Arquitecto del Año en una bolsa dentro del armario. Aquel set le traía muy buenos recuerdos. Esperaba poder recordarlo algún día con cariño.
Ahora le dolía demasiado. Cuando terminó, sacó la última maleta al vestíbulo. Se paseó una vez más por su querido apartamento, asegurándose de que la nevera estaba vacía y las luces apagadas. También pidió que alguien se encargara de regar las plantas. Volvería. Pero no sabía cuándo. Quizá cuando se le pasara el dolor.

Era difícil creer todo lo que había sucedido en los meses transcurridos desde la muerte de Johnathon

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Era difícil creer todo lo que había sucedido en los meses
transcurridos desde la muerte de Johnathon. Había ido a San Diego pensando que se despedía de su exmarido. Nunca había soñado que se embarcaría en una nueva vida o que encontraría el amor. Nunca imaginó
que todo estallaría de una forma tan espectacular.
Había forjado una amistad con Tara y Miranda, que eran lo más cerca que había estado de tener hermanas. Había encontrado un nuevo camino profesional, uno en el que creía que era bastante buena, a pesar de los pasos en falso que había dado. Y lo más importante, había vislumbrado el amor verdadero con mile. Seguía ahí en su corazón, latiendo y recordándole su presencia, pero se había resignado a lo inevitable. Él no era capaz de dejarlo entrar del todo en el suyo. No podía culparlo.
El había sobrepasado sus límites.

El teléfono de Natt recibió un mensaje de texto. Era de Tara.

Tara: 📨La presentación ha ido bien. Gracias por todo lo que has hecho.

La Alta SociedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora