-Te ha echado de menos, pero no tanto como te gustaría. Nos hemos divertido mucho. ¿A que sí? .
-¡Sí! Hemos nadado en la piscina y hemos visto películas comiendo palomitas.
Mile miró a Miranda por encima del hombro.
-Déjame adivinar. Habéis visto La princesa de las nieves.
-Solo tres veces -respondió Miranda.Delia apartó la mirada de su padre y señaló a Nattawin.
-¿Quién eres tú?
Una expresión de horror cruzó el rostro de la aludida.
-Este es Nattawin. Trabajamos juntos en Sterling.Nattawin se acercó y se agachó para ponerse a la altura de Delia.
-Yo sí sé quién eres. Eres la famosa Delia. He oído hablar mucho de ti.
Una leve sonrisa cruzó los labios de la niña, pero parecía estar evaluando a Nattawin, tratando de averiguar qué era o dónde encajaba en su vida, si es que encajaba en algún sitio.
-Hola.
Nattawin apoyó las manos en las rodillas, aún encorvada.
-Entonces, ¿te gusta La princesa de las nieves?
-Es mi película favorita -dijo Delia asintiendo con entusiasmo.
-¿Sabías que está basada en una fábula Thailandesa?
-¿De verdad? ¿Y eso cómo lo sabes?
Nattawin sonrió, recordando su infancia y los cuentos populares que le contaban sus hermanos. Siempre elegían las historias más oscuras con la esperanza de asustar a Nattawin pero nunca les funcionaba. El siempre se
quedaba con las partes más felices de aquellas fábulas.-En realidad se llama Las tres princesas. La historia es un poco diferente en la película, la han hecho más divertida.
-¿De dónde viene la nieve?
-En Thailandia hay mucha nieve y el invierno puede ser muy largo á Yo nací y crecí allí.
Delia abrió mucho los ojos.
-¿De verdad? Yo nunca he visto la nieve. A veces se ve en las montañas a lo lejos, pero no es lo mismo.
-Vamos, Delia. Tenemos que recoger tus cosas. Nattawin necesita llegar a su casa. Estoy seguro de que tiene muchas cosas que hacer hoy -interrumpió mile su conversación.
-De acuerdo. -Padre e hija comenzaron a subir las escaleras agarrados de la mano.
Nattawin no quería ser una molestia. Mile le había dejado claras sus prioridades y no podía culparle por ello. Delia era adorable. Cualquiera querría protegerla.
-¿Mile? Espera un momento.
Él se detuvo y la miró desde lo alto de la escalera, con ojos interrogantes.-¿Sí?
-Llamaré a un coche para que me lleve al centro. Tú y Delia disfrutad del resto del día juntos.
El rostro de mile se iluminó y casi sonrió. Casi.
-Gracias, Nattawin. Sería estupendo. Te veré en la oficina el lunes.
Nattawin forzó una sonrisa. La idea de verle en el trabajo le revolvía el estómago.
-Sí. Por supuesto.
Mile y Delia desaparecieron escaleras arriba, dejando a Miranda y Nattawin abajo a solas.
-¿Y bien? -inquirió Miranda-. ¿Qué tal ha ido? ¿Crees que el haber pasado más tiempo con mi hermano os facilitará las cosas en el trabajo?
Nattawin no estaba muy seguro de cómo responder a esa pregunta. Nada de su noche con Mile iba a hacer nada más fácil.
-Ya veremos. Tu hermano es un hueso duro de roer.
Miranda asintió.-Siempre lo ha sido. Lo siento si es difícil.
Nattawin se encogió de hombros.-Te lo agradezco, Miranda. -a Nattawin no le quedaba más remedio que aguantar todo lo que viniera. Aunque empezaba a preguntarse si alguna vez valdría la pena tanto esfuerzo-. Quería preguntarte si estás
disponible para cenar alguna noche esta semana. Me gustaría invitaros a Tara y a ti.-¿Por diversión o por negocios?
-Las dos cosas. He estado pensando en mi futuro en Sterling. Miranda agarró el brazo de Nattawin.
-Espero que no sea por Mile. Te prometo que ladra más que muerde.
Si Nattawin pudiera decirle a Miranda lo que realmente pensaba, que Mile ya le había arrebatado una parte de su corazón y que no estaba seguro de poder recuperarlo algún día...
-En realidad es por mí...
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Nattawin llegó al trabajo el lunes por la mañana y se encontró con una sorpresa en su mesa: una foto de el y mile en la ceremonia de entrega de premios. Venía con una nota de Tara: ¡Hacéis una pareja increíble! Espero
que lo pasarais bien.Nattawin se desplomó en su silla y suspiró, agarrando la fotografía e intentando ignorar lo triste que la hacía sentir. No solo lucían increíbles juntos, parecía que
eran el uno para el otro. ¿Por qué él era tan reacio al
amor? ¿De verdad estaba tan dolido por lo ocurrido con su exmujer?.Entendía que quisiera proteger a Delia, pero seguro que él se daba cuenta de que todo romance implicaba un riesgo. No existían las relaciones en las Que no te jugabas el corazón. Se preguntaba si alguna vez tendría la
oportunidad de decírselo y si él querría escucharlo.
Su terquedad a veces no tenía límites.Nattawin se puso manos a la obra, decidió quedarse en su despacho y ocuparse del papeleo pendiente y a responder a los correos electrónicos. En Cualquier otra mañana de lunes, habría ido en busca de mile para ponerse al día con el proyecto del paseo y establecer la agenda de la semana siguiente. Eso tendría que ocurrir en algún momento, pero por ahora iba a posponerlo todo lo posible.
Poco después del mediodía, estaba a punto de salir a por una ensalada para comer cuando sonó su móvil con un número desconocido en el identificador de llamadas.
-¿Hola? -respondió el.
-¿Señorito Sterling? Soy Sandy.
Nattawin se irguió en su asiento y tanteó el escritorio en busca de un bolígrafo. Quería tomar notas de su conversación para informar a Tara y Miranda después.
-Hola, Sandy. ¿Cómo estás?
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Espero les guste . voten en a estrellita⭐
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La Alta Socieda
RomanceChispas en la oficina..., ¡fuego en el dormitorio!!! El ex modelo Thailandes Nattawin por fin había encontrado su lugar en Sterling Enterprises, la empresa inmobiliaria de su difunto exmarido. El problema era que Mile Romsaithong, el arquitecto con...