-Yo también te deseo, Mile. -Entonces, Nattawin agarró el preservativo de la mesita de noche, abrió el envoltorio y se lo puso con cuidado.En cuanto el terminó, lo empujó hacia un lado y se puso encima de el. Fue tan fuerte y contundente que casi lo dejó sin aliento. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan deseado.
Entonces Mile se introdujo en el lentamente. A Nattawin le parecía un sueño, pero aquello era muy real. Él se movía con maestría, cada movimiento de cadera y cada beso le producía un cosquilleo por todo el cuerpo.
-Háblame, Nattawin. Dime lo que necesitas.Para aquel hombre de pocas palabras, aquello era toda una sorpresa.
-¿Ahora quieres que hable? -bromeó Nattawin, levantando la cabeza y besándole el pecho, luego
el cuello la boca.
-Quiero satisfacerte mile.Nattawin se movió un poco y luego le agarró del hombro, tirando de él hacia abajo.
-Quiero sentir todo el peso de tu cuerpo sobre mí.
-Te aplastaré y te haré daño Nattawin.
-No lo harás mile.
El subió un poco más las rodillas, permitiendo que mile pudiera profundizar más en sus embestidas.
ESTÁS LEYENDO
La Alta Socieda
عاطفيةChispas en la oficina..., ¡fuego en el dormitorio!!! El ex modelo Thailandes Nattawin por fin había encontrado su lugar en Sterling Enterprises, la empresa inmobiliaria de su difunto exmarido. El problema era que Mile Romsaithong, el arquitecto con...