13. Pensamientos

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Si lo que quieren de mi es que sufra eternamente... Ellos no saben cómo no paro de pensar en ti tan hermosamente

— No puedo creer que estés celoso de Lando. — lo molesto divertida a medida que acomodo mi aro en mi oreja. — Lo acabo de conocer.

— No estoy celoso de él. — responde acercándose a mí mientras acomoda las mangas de su traje. — No tengo motivo...

— Si tú lo dices...

— No quiero que rompa tu corazón, es solo eso.

Alzó mi ceja mirándolo a través del espejo sin entender su argumento, aún así, él no me mira devuelta en lo que abre los botones de su camisa luciendo tan guapo y caliente como el infierno.

Odiaba absolutamente que fuera tan guapo y él lo supiera.

Me divertía completamente que la mínima interacción con el piloto de McLaren, se había convertido en un interrogatorio de Charles por el motivo de nuestro supuesto coqueteo.

— Como digas...

— ¿Ya pero te gusta?.

Vuelve a insistir provocando que ría suavemente para terminar sonriendo y dejarlo solo en mi habitación e ir en búsqueda de mi cartera, ambos habíamos decidido asistir al campeonato de Wimbledon que ocurría en Londres cada año.

Charles me mira de vez en cuando pero no dice nada en todo el camino hacia el lugar, por lo que decido distraerme con el paisaje.

¿Qué pensaba que le iba a decir?

Sonrío emocionada cuando noto la presencia de Arthur y Carla que no puedo evitar acercarme a abrazarlos emocionada, disfrutaba mucho poder pasar tiempo con los hermanos de Charles, ellos habían sido parte de mi vida tanto tiempo que era raro no estar con ellos.

Eran mis hermanos, menos Charles.

Él siempre había sido un caso especial, desde la primera vez que lo vi.

Camino a un lado de Arthur y Carla a medida que Charles nos sigue en lo que firma autógrafos y se saca fotos, saludo amablemente a Kika y Pierre cuando noto que sus asientos se encuentran en la misma fila que nosotros y en continuo.

— ¿Qué tal las cosas? — pregunta Arthur con una sonrisa mientras yo miro como la gente se acomoda en sus asientos. — Alessia...

— Bien, supongo.

— ¿Qué clase de respuesta es esa?

— Está bien. — rodeó los ojos divertida notando como Charles se sienta a mi lado para acomodarse mejor. — El proyecto va genial, pero ya quiero que termine.

— Londres es genial.

— Pero no es casa. — me encojo de hombros como si eso dijera todo ocasionando que Arthur y Carla asientan de acuerdo. — ¿Cómo está Perceval?

— Se ha portado genial.

Responde alegre Carla a medida que me muestra imágenes de mi pequeño gato, por razones del trabajo y mi corta estadía no había podido traer a mi gato, es decir, sentía que era horrible someterlo a un viaje para poder traerlo cuando de igual manera iba a regresar. Sin embargo, no podía dejarlo a cargo de cualquier persona, y menos si esa persona era mi madre, que con suerte podía cuidar de sí misma, por lo que, amablemente la familia Leclerc se había ofrecido cuidarlo.

— ¿Estás cómoda? — pregunta Charles con una sonrisa cuando me acomodo en mi asiento al notar que va a empezar. — ¿Necesitas algo?

Say Don't GoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora