La luna era su acompañante, durante las noches era la observadora de sus lágrimas, testigo de sus deseos y presente de sus conversaciones. Sentado sobre el pasto artificial, escondido de todo ser divino que pudiese siquiera sentirlo llevó sus rodillas hacia su pecho rodeándolas con sus brazos, recostó su mejilla mirando nuevamente a su amiga más íntima.
— ¿Cuánto tiempo habrá pasado? — se preguntó al haber perdido la cuenta de cuánto tiempo había transcurrido desde que se le fue prohibido ser invocado nuevamente.
En su corazón residía una profunda tristeza y un gran enojo o mejor dicho rencor hacia los demás seres divinos, sobre todo esos que se hacían llamar de alto cargo.
— Moon Donghyuck... — susurró.
Amaba la Luna, amaba su compañía y el Don con que lo bendijo, sin embargo, su familia lo aborrecía sin alguna razón aparente y ahora el ser que se hacía llamar Rey del cielo le había quitado lo único que lo hacía feliz aun a pesar de las situaciones que vivía.
No era su culpa no saber cómo controlar su Don, nadie deseaba enseñarle, todo lo que sabia sobre combate era por entrenar con ejércitos de sus antiguos reyes y reinas.
— ¿Moon Donghyuck? — volteó rápidamente al escuchar esa voz que muy pocas podían presenciarse.
— Na Jaemin — hablo sorprendido.
El ángel de cabello albino le regalo una muy corta sonrisa antes de tomar asiento a su lado sin siquiera preguntar.
— No sabía que estabas en el reino — comento después de un largo tiempo.
— Hace muchísimo tiempo estoy en este lugar, nuevamente eligieron a Shotaro — dijo mirándolo breves segundos — ¿Cómo has estado? — preguntó.
— Para nada bien, sabes mi situación.
— Es realmente difícil ser la desgracia de la familia.
— A veces la desesperación me inunda por el deseo de regresar al mundo terrenal.
— Hace muchísimo deje de recordar cómo se sentía la lluvia y de cómo eran los prados.
Volteó a ver al ángel que miraba la luna de manera profunda, sus ojos tan apagados casi muertos y su aura igual de melancólica como la última vez que lo miro. El ángel que tenía al lado estaba igual de roto que él.
— Na Jaemin ¿no es el ángel del reino exiliado? — Donghyuck asintió sin quiera voltearlo a ver teniendo ya una noción de por dónde iba su historia.
— Ambos fuimos seres poco deseados por nuestras familias, pero él...él tenía un hermano que nació el mismo día por lo que al momento de invocarlos el rey o la reina poseía el derecho de elegir a uno de los dos, solo una vez lo eligieron a él.
— ¿Cómo es que fue elegido esta vez y no su hermano?
El moreno volteó leve mirándolo de reojo, su ojo esmeralda brillo que destilaba un deseo burlesco y asesino, erizando cada vello de su cuerpo — Su hermano Shotaro fue asesinado, Jaemin se lo comió — respondió con una gran y peligrosa sonrisa.
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GENESIS - Markhyuck
FanfictionLa guerra nunca finalizó, simplemente se congelo en el tiempo hasta el momento que fueron nuevamente revividos. Humano y demonio. Rey y guardián. Esas eran las etiquetas de Suh Minhyung y Moon Donghyuck quienes pactaron para ser los autores de un ba...