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¿Estás seguro de que esto es buena idea? — le pregunto Jaemin mirando la gran y muy oscura cueva que hace no mucho habían encontrado escondida en las áreas inhóspitas del reino.

No, pero han pasado más de veinticinco años, esta puede ser nuestra oportunidad para volver al plano terrenal.

Su mejor amigo lo quedo viendo un largo tiempo antes de asentir vagamente junto con un "si" en susurro.

Estaremos bien Nana, no tenemos nada que perder — dijo extendiéndole la mano la cual fue tomada, ambos se adentraron a esa oscura cueva sabiendo que ya no había vuelva atrás.

Al no ver nada muchas veces cayeron, sus alas sufrieron por los filosos picos que las desplumaban cruelmente, el camino parecía ser infinito, pero en sus corazones no existía ese sentimiento de arrepentimiento, nunca soltó la mano del otro ni cuando vieron un pequeño destello hacerse más grande a medida que iban acercándose.

La humedad y el suelo ligoso fue reemplazado por algo que Donghyuck reconocía bastante bien — Nana — susurró volteándolo a ver quién sonrió de la misma manera.

La oscuridad ya no era tan aterradora y profunda, era más tenue, una brisa chocó contra sus rostros haciendo que ambos se miraran con una gran felicidad. Árboles, arbustos y tierra los rodeaban, estaban en el plano terrenal.

Después de tanto tiempo habían regresado a donde una vez fueron felices.

Miro como Jaemin dejaba su mano y corría hacia un árbol y lo abrazaba como si fuese un ser de lo más maravilloso que sus ojos podían admirar, la sonrisa tan grande y genuina en su rostro era su mejor medicina para sentir su corazón cálido y aliviado.

El ángel corría, ensuciaba sus pies y manos, miraba el cielo nocturno y admiraba las estrellas, sin duda parecía un niño pequeño.

¡¡Gracias!! — le lanzado hacia él y lo abrazo con mucha fuerza — ¡¡Gracias!! ¡¡Gracias!! ¡¡Gracias Hyuck!! — cada vez lo apretaba más impresionándole la fuerza que poseía.

Siquiera dejo que le respondiera cuando lo soltó y adentrándose completamente al bosque — Jaemin esp — el chico regreso sobre sus pasos asustado, él frunció el ceño al ver como un humano aparecía entre los gruesos troncos, su cuerpo y rostro eran cubiertos por una túnica.

¿Quién es? — preguntó adoptando una postura de ataque.

Jaemin copio su acción quedando a su lado, el humano dejo salir una pequeña risa antes de alzar sus manos y quitarse la capucha dejando en exposición su rostro.

Me presento, soy Lee Ten, brujo y cuidador de este bosque y ustedes no deberían estar aquí — les dijo sonriéndoles de una manera grande casi espeluznante.

Minhyung quiso estirar sus brazos y piernas, pero había un chico totalmente desplomado sobre él, simplemente se quedó mirando el techo de la habitación, las memorias de Donghyuck eran bastante grises, melancólicas, llenas de tristeza, desesperación y soledad, sin embargo, con la llegada de Jaemin podía sentir ese sentimiento cálido y embriagador en todo su ser.

De alguna manera podía entender lo importante que era Jaemin para Donghyuck.

Frunció el ceño ladeando levemente su cabeza preguntándose ¿Cómo fue posible que su padre invocase a Donghyuck como su ángel guardián si éste no podía serlo?

— Moreno — susurró acariciando la cabellera castaña con ahora raíces pelirrojas.

El demonio se removió perezoso acostándose a lado de su amo, se estiro lo más que pudo y se volvió una serpiente comenzando a enrollarse sobre la almohada. El mayor al ver tal acción dejo salir una pequeña risa antes de acercar su mano y acariciarla.

GENESIS - MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora