GENESIS - Markhyuck

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Gotas de sudor se resbalaban por su rostro cayendo al maltratado suelo bajo sus pies, su corazón latía casi frenético anunciándole el cansancio físico que estaba experimentando, sus brazos comenzaban a doler y sus armas poseían grietas en varias zonas.

Miro a su oponente, apenas lastimado, su respiración estaba calmada y su rostro solo manchado por el lodo, sus ojos de colores desiguales destilaban burla y superioridad haciéndole muy en el fondo enfurecer aún más.

Alzo su miraba encontrándose no muy lejos a su ángel luchando con aquel demonio que parecía divertirse ¿Qué es lo que eran ellos? ¿que era esa aura tan maligna y tétrica que los rodeaba? ¿Por qué solo ellos dos se presentaban en el campo de batalla? ¿Por qué no parecían estar cansados a diferencia de ellos?

— ¡Jaehyun cuidado! — al escuchar el grito su cuerpo reacciono además logrando esquivar el ataque de Minhyung.

Dos reyes se colocaron a su lado listos para atacar.

Minhyung miro la escena dejando salir una risa estruendosa, largos colmillos se hicieron presentes y una adrenalina comenzó a recorrer su sistema — Veo que solo no puedes — comentó cambiando su espada por una guadaña.

Jaehyun seguía cada asechador paso del rey de las sombras, la punta de la guadaña raspaba la tierra cruelmente, frunció el ceño al ver pequeños y delgados hilos.

— Me es muy aburrido estar contigo fingiendo pelear, me parece estúpido que tu ángel y tú sean los temidos, el gran reino del Jade — dijo comentando a levitar.

— ¿Qu —

El cielo se tornó negro de las nubes una figura se proyectaba, Jaehyun apenas parpadeo para cuando su miraba volvió a buscar al rey un gran rayo venia hacia ellos.

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Donghyuck se sentía realmente mal, decepcionado de su entorno, traicionado de su alrededor. Una mueca se dibujó en su rostro llena de inconformidad, sus ganas de destrozar todo a su paso se habían extinguido.

"Tanta preparación para esto" pensó al ver su alrededor.

Las bestias ya habían asesinado a la mayoría de los escuadrones en campo de batalla, los ángeles que luchaban contra los monstruos apenas y podían respirar bien, los reyes que una vez pelearon con sed de sangre y bajo la venganza ahora estaban a merced de su amo quien muy apenas había usado el obsequio de aquel maligno ser.

Mejores batallas había peleado antes de ser condenado al abismo incluso, winwin había sido un oponente digno a la par de todos esos ángeles y humanos.

— Estoy verdaderamente decepcionado — dijo chasqueando sus dedos.

Taeyong y Sunchang presenciaron como los monstruos y bestias desaparecían de la nada.

— Tantos años esperando este encuentro y todos ustedes me decepcionan — dijo entre dientes rechinándolos en el acto.

El Guardian del Jade aun con su libro al lado, sintió un escalofrió recorrer su cuerpo.

En ese mismo instante un manto negro comenzó a cubrirlos, suelo, arboles, cielo y nubes desaparecieron, era un vacio. Los guerreros sobrevivientes se petrificaron al no sentir nada, los ángeles guerreros sentían una fuerza abrumadora en sus alas.

Minhyung salto hacia atrás levitando hacia Donghyuck — ¿Estás seguro de esto? — susurró mirando a su Guardian.

— Solo será un momento — respondió juntando sus palmas.