01, "Una perdida"

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En los oscuros y sombríos aposentos del palacio real, la agonía se palpaba en el aire mientras la familia Targaryen se congregaba alrededor de la cama de la reina Aemma, cuya figura se desvanecía lentamente bajo el peso del parto

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En los oscuros y sombríos aposentos del palacio real, la agonía se palpaba en el aire mientras la familia Targaryen se congregaba alrededor de la cama de la reina Aemma, cuya figura se desvanecía lentamente bajo el peso del parto. El rey Viserys, con el corazón destrozado y los ojos empañados por las lágrimas, mantenía la mano de su amada esposa con desesperación, susurros de súplica escapando de sus labios en un intento desesperado por retenerla en el mundo de los vivos.

Rhaenyra, Vaegon y Aemyra se aferraban a los bordes de la cama, con los corazones llenos de angustia mientras observaban impotentes cómo su madre se deslizaba hacia la oscuridad. Las lágrimas corrían por las mejillas de Rhaenyra, cuyos ojos violetas reflejaban el dolor profundo de perder a la mujer que había sido su guía y su apoyo a lo largo de los años. Cada respiración entrecortada de la reina era como un puñal en el corazón de la princesa, cuyo amor por su madre se manifestaba en un sufrimiento insoportable.

Vaegon, el hermano del medio, mantenía la mandíbula apretada con fuerza, luchando por contener la oleada de emociones que amenazaba con abrumarlo. El peso de la responsabilidad y la impotencia lo aplastaba, haciéndolo sentir como si estuviera ahogándose en un mar de desesperación. Aemyra, la más joven de los hermanos, sollozaba en silencio, aferrándose a la mano de su madre con desesperación, como si pudiera detener la partida inevitable de su ser querido.

Cuando finalmente la reina Aemma exhaló su último aliento, un silencio sepulcral descendió sobre la habitación, roto solo por el sonido de los sollozos ahogados y el susurro del viento que se colaba por las ventanas abiertas. El rey Viserys, con los hombros encorvados por el peso de la pérdida, cerró los ojos con pesar mientras la realidad de su duelo se asentaba sobre él como una losa de piedra, aplastando su espíritu y oscureciendo su alma con un dolor indescriptible.

Rhaenyra, Vaegon y Aemyra se abrazaron unos a otros en un gesto de consuelo mutuo, compartiendo el dolor de perder a la mujer que había sido el centro de sus vidas. En ese momento de angustia compartida, se aferraron a la esperanza de que, aunque su madre ya no estuviera con ellos físicamente, su amor y su legado perdurarían en sus corazones por siempre.

Bajo el peso abrumador del luto, la familia Targaryen se unió en su dolor, encontrando consuelo y fortaleza en la presencia y el apoyo mutuo. Aunque el camino hacia la sanación sería largo y difícil, sabían que mientras estuvieran juntos, podrían enfrentar cualquier desafío que el destino les deparara. Pero el vacío dejado por la pérdida de la reina Aemma sería una cicatriz en sus almas, una herida que nunca sanaría completamente, y su ausencia sería sentida en cada rincón del palacio real y más allá

𝐇𝐄𝐈𝐑𝐒 𝐎𝐅 𝐅𝐈𝐑𝐄, ( THE CRUEL BLOOD ) HOTD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora