Capítulo 02: Salvado por suerte

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Con el panorama a su vista tenía la certeza de que no iba a saber como regresar a la tribu, ni siquiera estaba seguro de dónde estaba al momento que fue atrapado, pero su preocupación mayor antes de perderse en el Amazonas era que las posibilidades de sobrevivir una vez atrapado por un depredador eran casi nulas.

De hecho, era un milagro que para ese punto siguiera al menos con todas las plumas en su lugar y que las garras de aquella gran ave solo estuvieran alrededor y no encajadas en su piel.

—Ehh, ¿Hola? ¿Puedes escucharme un momento? —trató de hablar con su captor, pero este ni siquiera pareció prestarle atención. Era claro que no iba a hacerle caso, ¿Quién charlaba con su comida?

Blu se resignó en ese momento, dedicándose a mirar los árboles y pensar. ¿Iban a creer que los abandonó? No, Perla no creería eso de él, seguro que todos realmente pensarían que fue devorado.

"Las mascotas no sobreviven en lo salvaje"

Su mirada se entristeció. Todavía tenía tanto que darle a su esposa, ver crecer a sus hijos, ayudar a Linda y a Tulio a proteger a la familia de Perla.

Pero Blu no iba a rendirse tan fácil, tenía un pico y alas, podía morder y escapar, sin embargo al momento que la idea apareció en su mente sintió como se elevaban de golpe, miró al frente para ver un risco y en uno de los árboles de la orilla un nido de grandes ramas. Definitivamente el nido de quien lo llevaba.

¿Tendría polluelos? Si es así iba a volverse la merienda de ellos.

—Ey, oye, ¡Oye, un momento! ¡¡Espera!!

Comenzó a forcejear hasta que estuvieron sobre el nido y… Estaba vacío. Blu parpadeó un par de veces asegurándose de que no hubiera ni un pequeño a la vista, pero el silencio confirmaba que sólo eran ellos dos.

En aleteos más meticulosos bajó hasta que la pata libre tocó el nido y soltó finalmente a Blu quien entre tropiezos se apresuró a ir al otro extremo lo más lejos de su secuestrador.

Fue entonces que pudo apreciarlo: era un ave de plumaje blanco y negro por secciones, algunas plumas largas sobresalientes de su cabeza en mismos tonos, un pico afilado y unos ojos rojizos penetrantes.

Era un águila arpía.

—Hace mucho que no veía cosas humanas —su repentina voz sobresaltó a Blu y su mirada fueron directamente a ella que detallaba la cangurera en su pata antes de clavar sus ojos en los de él—. Y aún más raro que las traiga un ave en plena selva.

—¿Eso? Bueno… —se frotó la parte de atrás de su cabeza—. Fue un regalo de Linda, ella es mi amiga.

La hembra ladeó la cabeza mirando la cangurera una vez más antes dar pasos hacia él.

—Esa Linda es una humana ¿Verdad? —extendió sus alas haciéndose ver más grande.

—S-Sí…

Sus ojos seguían sobre él tan amenazadores como cualquier depredador, y al final la gran águila aleteó con gusto repentino.

—Es bueno ver un ave doméstica en estos lares tan salvajes. Estás algo lejos de cualquier asentamiento humano, pequeño guacamayo azul, pero tienes suerte, esto de aquí te ha salvado de la vida —dejó la cangurera justo frente a Blu quien después de un pequeño momento de vacilación la agarró y colocó en su lugar abrochada a lo que equivalía su cintura.

—¿E-En serio? Te lo agradezco —no se podía creer que en verdad no sé lo fuera a comer—. Soy Blu es un gusto.

Lo normal es que estirara la pata como un gesto de saludo, pero considerando que la pata del águila era mucho más grande no creo que pudieran saludarse correctamente.

Freedom (Blu) ||Rio2|| [8]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora