Capítulo 18: Pláticas

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—Cálmate, Blu, cálmate, respira —caminaba de un lado a otro sobre la rama, inquieto—. Rompiste con Perla y días después besaste a Hera... Otra vez.

Se cubrió el rostro con ambas alas, se sentía que se moría de vergüenza ahí mismo como si hubiera regresado a ser un guacamayo en plena pubertad. No podía evitarlo, era obvio cuando Perla fue un todo al que le dedicó su amor, ahora podía dárselo a otra hembra, pero no sabía exactamente como volver a empezar.

Aunque no quería que todo pareciera que fue planeado, romper con Perla para inmediatamente juntarse con Hera, así parecía que en verdad hubo una infidelidad antes de eso como lo acusaron.

Inhaló y exhaló un par de veces estirando un poco la parte de abajo de sus ojos para finalizar agitando la cabeza, iba a ser tonto que ahora se pusiera nervioso a lado de ella.

Casi como si la hubiera invocado, divisó su gran cuerpo acercándose hasta que estuvo de pie a su lado.

—Buenos días, Blu.

—B-Buenos días... —la hembra extendió su pata para mostrarle una fruta que había conseguen el camino para él—. Oh, gracias.

Recibió la comida de una forma tan tensa y robótica que ella no pudo evitar reírse por su reacción, incluso como se quedó mirando la fruta.

—Blu —se inclinó para poner su pico justo al lado de su oído—. Sabes que no tienes que estar nervioso cerca de mi, ¿Verdad?

El susurró y sentir su aliento entre sus plumas hizo que el macho sintiera un escalofrío por todo su cuerpo y que sus plumas se esponjaran. Definitivamente ella lo estaba haciendo a propósito.

—S-S-Sí, lo sé, no estoy nervioso, pff, ¿Por qué lo estaría?

Para disimular empezó a comer la fruta con calma y en respuesta ella se movió para empezar a acicalarlo, esto lo cohibió, pero no negó el toque y trató de relajarse a sus caricias.

—¿Vamos a mi nido al atardecer?

Lo que Blu acababa de morder lo acabó escupiendo ante la propuesta repentina.

—¿T-Tu nido?

—¿Sí? —Hera ladeó la cabeza confundida—. No es que no hayamos dormidos los dos en mi nido antes. Quiero hablar contigo.

La mente de Blu daba vueltas, ¿De que iban a hablar?

Hera supo disimular bastante bien la atracción que tenía hacia Blu, pero ahora que se confesó y sobre todo que fue aceptada, desechó cualquier idea de esconderlo, o al menos a él.

—Sí... Nos veremos allá.

El águila levantó la cabeza para mirar a lo lejos el pico amarillo que se acercaba hacia ellos. Poco después e levantó para moverse y colocarse justo detrás de Blu, con cada una de sus grandes patas a lado de él, donde volvió a decender haciendo que la espalda del macho quedara pegada en su pecho.

—¿Y esto? —preguntó ante su peculiar acción.

—Sólo es comodidad —sonrió.

Segundos después el Tucán apareció ahora la vista de Blu, y aunque su sorpresa y curiosidad se hicieron muy presentes ante las posiciones de ambos, no pregunto nada.

—Tengo algo que hablar contigo, Blu —anunció justo antes de aterrizar.

—¿Quieren privacidad?

—No, no —Rafael negó con un ademán de su ala—. No es nada que se tenga que discutir en secreto. El carnaval se acerca en Rio, los chicos y yo pronto volveremos, así que quería saber qué es lo que haz pensado en hacer.

Freedom (Blu) ||Rio2|| [8]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora