Hera le hizo ver un entrenamiento a su ritmo, calmado y cómodo, que se sentía completamente diferente a lo que hacía con Eduardo.
O al menos eso creyó.
—¡Esto no es nada relajado!
No estaba revolcándose en lodo, ni cocodrilos trataban de comérselo mientras les pasaba entre sus narices, pero Blu nunca había sentido lo que era ser perseguido por un depredador alado (no era lo mismo que las persecuciones de aquella cacatúa blanca), y aunque era seguro que no acabaría siendo el aperitivo si llegaba a fallar, era completamente aterrador sentir como detrás de él un ave enorme trataba de agarrarlo.
—¡Blu, nunca dejes de ver al frente! —le indicó al notar que en varias ocasiones giraba la cabeza para saber si aún estaba detrás de él.
Regresó la mirada al frente al instante justo para ver como unas ramas ya estaban casi en su cara y al esquivar las primeras acabó chocando con un árbol entero. Resbaló un poco hasta llegar a la rama donde se incorporó agitando la cabeza aturdido por el impacto.
—Creo que en esta ocasión dure más...
—Quince segundos más —indicó parándose justo detrás de él—. Pero, con esta ya te habría comido cinco veces.
Lo miró desde arriba con una sonrisa mientras que Blu tuvo que levantar la cabeza. Habían pasado ya un par de días en los que se escapaba de la nidada para poder encontrase con Hera y hacer sus entrenamientos, ese tiempo fue suficiente para que hubiera un aumento de confianza entre ambos.
Ella antes trató de mantenerle cierta distancia para que no se sintiera incómodo ante la diferencia de tamaños y sus roles en la naturaleza, pero ahora que Blu no mostraba (tanto) esa incomodidad en la mirada se atrevió a acercarse más, hasta ese punto donde literal estaba a un paso de él y su sombra lo cubría por completo.
—Pero no me vas a comer, ¿Verdad? —rió nervioso.
—No lo haré —le divertía que todos los días le hacía la misma pregunta—. No soy una niña, ya no juego con mi comida —agregó en broma viendo como Blu se quedaba un segundo tenso—. Descansemos por ahora.
En pocos segundos después planeaban sobre los árboles, está vez Blu estando volando arriba de ella mientras lo escondía con su gran cuerpo para que nadie los viera juntos.
Se asomaba ligeramente por un costado de ella para mirar los árboles que reconocía a simple vista porque eran importantes para la tribu, y una de las comidas favoritas de perla.
—Nueces de Brasil.
—¿Quieres? Tengo entendido que ustedes aman mucho eso.
En realidad, Hera había ido deliberadamente a esa zona sabiendo que los guacamayos casi se matan por ese alimento.
—La verdad es que no me gustan las nueces.
Se giró ligeramente para poder verlo, con clara sorpresa en su rostro ante la declaración.
—Bastante curioso considerando que los azules y rojos se la viven peleando por ellas.
Al saber que al final no iban a bajar en esa zona, el águila decidió inclinarse para cambiar de dirección, está vez alejándose a los límites del territorio de ambas razas de guacamayos. Este dato claramente lo desconocía Blu.
Pocos minutos después, bajo ellos se alzaban grandes árboles repletos de frutos exóticos del Amazonas, una delicia tanto para aves como para humanos. Aterrizaron en uno de ellos quedando rodeados de dichos frutos.
—No habían mencionado en lo absoluto este lugar —Blu detalló fascinado la cantidad de alimento y aleteó un poco para alcanzar una encajándole el pico inmediatamente y saboreando con deleite el dulzor natural.
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Freedom (Blu) ||Rio2|| [8]
FanfictionViajar al Amazonas a pesar de su disgusto le abrió los ojos para darse cuenta que al final... Todavía no era verdaderamente libre. . . . No. 1 en #tendencia [21/05/2024] No. 1 en #originalcharacter [28/09/2024] No. 1 en #blue [31/05/2024] No. 1 en...