Freedom (Blu) ||Rio2|| [8]

Capítulo 07: Falsa traición

Estaban en un inquietante casi silencio total, donde lo único que se podía escuchar era el golpeteo constante de la pata de la guacamaya sobre la rama en la entrada del nido. Acabó regresando al nido para no dejar solos a los niños.

—¿Papá está bien?

Perla giró la mirada para toparse con sus hijos preocupados, ligeramente asomados desde la entrada del nido.

—Por supuesto que sí, ya saben como es su padre, no está acostumbrado a la selva y se perdió —explicó buscando tranquilizarlos—. Seguro que está tratando de volver usando su GPS y por eso se enreda más.

Los niños no parecían muy convencidos por ello, pero se conformaron de momento con la explicación de su mamá, de todos modos, no podían hacer nada al respecto.

Un alateo rápido le hizo regresar la vista afuera para notar como las dos aves pequeñas iban a toda su velocidad posible, deteniéndose justo frente a Perla.

—Con que aquí estabas.

—¿Encontraron a Blu?

Al mismo tiempo los niños se alteraron, preguntando si se encontraba bien y en dónde estaba, incluso se asomaron a ver si lo veían llegar a la nidada.

—Será mejor que los niños se queden aquí, nosotros los cuidamos.

—Se acerca una bom-ba, ¡Y va a estallar muy fuerte!

Confundida, Perla dejo que Nico y Pedro se inventaran alguna excusa para mantener a los niños en el nido mientras ella volaba a la zona donde comúnmente se reunían. En el trayecto podía ver que la mayoría de los machos que salieron en la búsqueda ya estaban de regreso , eso significaba que en verdad lo encontraron, pero que los niños no estuvieran presentes cuando apareciera no era una buena señal.

Subió hacia la zona de reunión y casi al mismo tiempo, desde el lado contrario donde ella estaba, pudo ver a su padre, a Roberto y... A Blu. Los tres aterrizando el las ramas gruesas. Perla gritó el nombre de su pareja acelerando hasta que llegó con ellos y también bajó.

—Que bueno que estás a salv-

No terminó su frase cuando al acercarse pudo detallarlo mejor. Le faltaba plumaje en el pecho y algunas otras zonas de su cuerpo, así como la perdida de la pluma más grande de su cola; el lado derecho de su cara estaba lastimado y ligeramente hinchado; su pico presentaba un ligero corte (que no dejaría marca) justo debajo de su fosa nasal y finalmente, en una de sus patas corría un pequeño y casi imperceptible hilo de sangre, de un corte hecho en la zona.

—Perla...

—¡¿Qué diablos paso?! —la hembra se apresuró a inspeccionar su mal estado, sin embargo, el ala de Eduardo se interpuso ante tal acción—. ¿Papá?

—Eso es lo que pasa cuando alguien se atreve a engañar a mi hija.

—Ya le dije que todo es un malenten-

—¡Cállate!

Se puso en medio de ambos haciendo un mayor espacio entre él y Perla. Por inercia Blu retrajó el cuello encongiéndose en su lugar mientras evitaba completamente la mirada del macho mayor.

—Esperate —Perla rodeó a su padre buscando la mirada de ambos—. ¿De qué hablan? ¿Cuál engaño?

—Lo encontramos saliendo del territorio de los rojos —explicó Roberto—. Y dicen que ha estado teniendo una relación con una hembra de su tribu.

—¡¿Qué?!

—¡E-Eso no es así! No me dejan explicar la situación —Blu trataba de defenderse, pero hasta ahora no le había dejado hablar en lo absoluto.