Freedom (Blu) ||Rio2|| [8]

Capítulo 19: Sólo la ayuda humana

El miedo lo invadió como una cubeta de agua helada sobre la cabeza. Se congeló un instante hasta que la vio moverse ligeramente, haciéndolo reaccionar y apresurarse a ella.

—¡Hera! —caminó a su alrededor hasta quedar de frente donde pudo verla a la cara.

—Blu... —la hembra abrió su ojo y lo observó, su preocupación y confusión—. No puedo moverme.

Al escuchar ello fue cuando notó que alrededor de su pico había algo enredado en él. Con cuidado le levantó el ala para poder ver su cuerpo y saber qué era exactamente lo que sucedía, y muy rápido comprendió todo.

Su cuerpo entero estaba enredado en algo que aprisionaba una de las patas contra su pecho mientras a su vez jalaba su cabeza hacia abajo, impidiéndole moverse.

Blu inmediatamente lo agarró, descubriendo que era un alambre de metal. Con todas sus fuerzas lo jaló mientras Hera movía la cabeza al lado contrario hasta que logró safarle el pico y que pudiera volver a erguirlo, al mismo tiempo aleteó tratando de ponerse de pie sin mucho resultado.

Sólo tenía una pata disponible mientras seguía enredada en el alambre, con el movimiento llegaba a soltar pequeños quejidos al ser lastimada con el objeto que también poseía púas en su largo. Prefirió quedarse quieta aunque las restricciones y el dolor la tenían tensa y estresada.

—¿Cómo sucedió esto? —preguntó a la par que sacaba su navaja suiza—. Maldición, no sirve...

Si la tijera incorporada en su navaja no pudo cortar una liana, menos iba a poder contra un metal grueso.

—Fue un error mío —suspiró empujando su cabeza contra Blu para que estuviera calmado—. Ese macho idiota seguía estando cerca y se atrevió a meterse en mi nido, quise que se fuera de una vez por todas y en la persecución acabamos chocando contra los alambres de esos humanos que han estado muy ruidosos no muy lejos de aquí... Si no me hubiera centrado tanto en él...

—No fue tu culpa —le aseguró inmediatamente antes de palmear su propio pico, pensando—. Algo podemos hacer... 

En ese lugar las opciones eran limitadas y considerando la situación, sólo algo humano podría quitarle el alambre. Los ojos de Blu se abrieron grandes apenas la idea de hace unos días paso una vez más por su cabeza.

—¡Linda y Tulio pueden ayudar!

—¿Tus humanos?

—¡Sí! Estoy seguro que tendrán algo que pueda cortar el alambre y liberarte, aunque... No sé cómo podrían llegar hasta aquí.

Subir hasta el risco, luego el gran árbol sólo para poder encontrarla y que sepan que necesita ayuda, tendrían que regresar para poder ir por lo necesario y además, ya oscurecía, se hacía noche y sería peligroso para ambos.

El águila lo observó un segundo antes de volver a intentar levantarse aún ante la inmediatas negativas de Blu. No fue fácil, pero está vez logró mantenerse de pie con una sola pata.

—Puedo volar.

—¿En serio? —la miró sorprendido.

—¿Cómo crees que llegué hasta aquí? —le dedicó una sonrisa buscando mostrarle que estaba bien—. El alambre no atrapó mis alas y mi cabeza se enredo cuando caí en el nido, sólo cuando las muevo siento que algo me está cortando, quizá en algún lado ya esté sangrando.

—¡¿Qué?! No, no, no —Blu hizo una X con sus alas—. Buscaré la forma de que puedan llegar hasta aquí, no podría dejar que te lastimes así. Yo encontraré una forma, quizá un arnés que llegue acá arriba con una camilla y-