Capítulo 10: Regresar a casa

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—Entonces, ¿Me estás diciendo que se conocieron porque iba a comerte?

—Sí... Técnicamente así es.

Desde que se descubrió la amistad entre ambos, los chicos que venían con ellos desde Rio estuvieron curiosos por como es que Blu consiguió una amiga que además era el mayor peligro de los cielos del Amazonas.

—Eso me ofende, Blu —comentó Hera que estaba a lado de él—. En ningún momento tuve intensiones de comerte.

—Pero si dijiste que mi cangurera me salvó —le recordó agarrando el objeto mencionado.

—Bueno, hizo que te salvara de los monos no de mi misma —corrigió con una sonrisa ladina antes de regresar la vista a lo que tenía justo enfrente—. Ya te dije que no como aves ni aunque fuera necesario.

Los presentes la miraron y aunque Blu se veía bastante aliviado ante la declaración los demás seguían tensos, sobre todos los más pequeños que se mantenían siempre usando de muro tanto al tucán como al guacamayo.

—Leí en mi libro que la alimentación principal de las águilas arpías son perezosos, monos y otro mamíferos pequeños.

Hera levantó la cabeza para observar a la pequeña guacamaya que se posaba sobre la rama encima de ella.

—Veo que a tu hija le gustan los libros humanos.

—Oh, sí. Linda y Tulio tiene muchos libros en casa y Bia los lee mucho.

Al mismo tiempo su atención seguía en los quejidos a sus patas y como el pequeño macho seguía insistente de empujar su pata con la esperanza de poder moverla en algún momento.

—Blu —Rafael que estaba a su lado, le habló—. ¿Está bien eso?

No estaba muy seguro de ver a los niños alrededor de un depredador a pesar de todo. No podían culparlos, nunca habían tenido algún trato amistoso con alguno antes aún si fuera otra ave.

—¿Crees que me aprovecharía para comerme a una pequeña cría, Tucán? —cuestionó sin siquiera voltearlo a ver. Murmurar no serviría de nada para que no los escuche.

—¿Lo haz hecho? —Tiago levantó la cabeza para mirarla curiosa, incluso deteniendo su intento de ataque en contra de ella.

—... Sigue empujando —lo animó—. Creo que estoy empezando a cansarme.

Esa parecía ser suficiente respuesta para que los adultos entendieran. Pero era absurdo pensar que Hera pensaría si quiera comerse a alguno de los hijos de Blu.

—¿Por qué no te unes a nuestras audiciones? —esta vez habló Carla que estaba a lado de su hermana.

—¡Eso no suena-

—Como una buena idea... —Pedro terminó de decir lo que intentó el canario amarillo, pero lo dijo tan bajo que no pareció que realmente haya hablado.

—No tienen que preocuparse—dijo, casi riéndose de ambos ante su reacción inmediata—. Lo siento pequeña, pero esos ambientes no son lo mío.

—Te hubieras visto grandiosa en el escenario —Carla suspiró resignada, pero no iba a ser posible.

—Bueno niños, es hora de regresar —los tres suspiraron—. Su madre se molestara si no van a comer ahora.

—Justo cuando iba ganando.

A regañadientes los tres alzaron vuelo para regresar a la nidada, en ese momento también tanto Nico como Pedro decidieron seguirlos excusando que los acompañarían para que no se perdieran en el camino.

Freedom (Blu) ||Rio2|| [8]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora