Capítulo 06: ¿Dónde esta la verdad?

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—Blu —escuchó la voz de Perla a lo lejos, divisándola borrosamente—. Tienes que despertar.

—Ahora no, cariño —el guacamayo se dio media vuelta—. Otros cinco minutos más...

—Vaya —la voz cambio de la nada, no era la de Perla, entonces vio encima de él a Hera que lo aplastaba con su cuerpo—. No sabía que nos teníamos tanta confianza... Cariño.

El macho abrió los ojos de golpe y se incorporó inspeccionando a su alrededor aquel nido que no era en lo absoluto parecido a los de su especie, entonces la gran figura de la dueña del lugar apareció en su campo de visión apartada de él.

Tuvo un sueño algo extraño.

—Buenos días —la voz de Hera, ahora sí escuchada en la realidad, le hizo salir de sus pensamientos—. Veo que tienes un sueño bastante pesado.

—B-Buenos días —parecía ser el último en despertar en el Amazonas—. No quería dormir así.

—No te preocupes, es bueno descansar bien.  —la hembra buscaba entre las ramas de su nido moviéndolas con su pico, pero por un momento dejó esa tarea para señalar detrás de él—. Te traje el desayuno.

Blu giró la cabeza inmediatamente observando una pila de frutas variadas, frescas y recientemente extraídas de sus respectivos árboles. Era incluso mucha comida para una sola ave de su tamaño.

—Oh, no tenías que molestarte con eso.

El gesto cohibió un poco a Blu y agradeció con ese mismo nivel de pena, así que sin desperdiciar la amabilidad del águila se dispuso a desayunar.

Hera por su parte aprovechando que Blu le dio la espalda, sacó de entre las ramas un hueso y lo arrojó fuera del nido. Después de haber ido por la fruta se dedicó a limpiar el nido para evitar que el guacamayo fuera a ver alguna cosa desagradable.

Blu comió la fruta, que aunque jugosa, no disfrutaba como era debido, su mente seguía en lo que había sucedido la noche anterior. No debió de haberle gritado a Perla por mucho que le decepcionaran sus palabras respecto a Linda y Tulio.

Iba a disculparse con ella.

—¿Todo bien?

Cuando Hera se sintió satisfecha con la limpieza (que le hizo darse cuenta que tenía muchos huesos regados en el nido) se semi recostó a lado de él mirándolo comer.

—Sí, todo está perfecto... —tomó otro bocado de su fruta—. Debería de regresar pronto.

—Si eso es lo que tú quieres, pero termina de desayunar primero.

—Pero yo no puedo acabarme todo esto.

—Por eso te quedaste pequeño —bromeó ganándose una mirada confundida de parte de él, a lo que se rió ante tal reacción.

Con el pico removió las plumas sobresalientes de la cabeza de Blu, incluso hizo un pequeño chillido juguetón ante la acción. Era una sensación diferente de lo que estaba acostumbrado, un gesto que sólo las águilas hacían entre ellas, pero que se lo estaba haciendo a él.

—Eso se siente extraño...

—¿Te molesta? —preguntó y su aliento rozó las plumas de su nuca haciendo que se le erizara la piel.

—En realidad, no —quizá Blu era la única ave en ese lugar que no le preocupaba tener el pico de un depredador justo en su nuca.

Para ese punto se sentía más calmado. Su mente estaba algo clara y sus pensamientos ordenados, creía que una plática resolvería la discusión de anoche.

Freedom (Blu) ||Rio2|| [8]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora