• En Cuatro •

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— Debí haber apostado dinero —sonrió la joven eriza de tez blanca como la porcelana hacia su invitado especial de la tarde.  

— Si le cuentas a Sonic te mataré —amenazó a secas el mayor de espinas vetadas de rojo, sosteniendo una taza de té con una de sus manos mientras que con la otra devorada un pan untado con mantequilla.

— Ésto es algo grande —sentencia, bajando su taza hacia uno de los pequeños platitos sobre la encimera de la cocina—: ¡La Forma De Vida Definitiva Ama Los Panes Con Mantequilla y El Té! —exclama, extendiendo sus manos hacia el horizonte, como si estuviera leyendo el futuro título de algún encabezado.

— ¡¿Podrías parar?! —quejó, acentuando su demanda con un fuerte golpe sobre la mesa, viéndola notablemente furioso, gruñendo al punto de mostrar los colmillos de sus fauces.

La joven de vestido magenta se carcajea en su lugar, sin nada más que decirle.

Sin duda había sido un día especial para ella, para los dos.
No solo porque era la primera vez en días en que podían verse, si no porque durante aquella mañana la joven de espinas rosadas había despertado con un mensaje de su novio diciéndole que iría con Tails y Knuckles en una expedición para encontrar a un “gurú” que los convertiría en “machos alfa”, o eso era lo que decía Knuckles, el principal responsable de haberlos motivado para emprender aquel viaje en primer lugar.

Por otro lado, Shadow había encontrado finalmente una forma de irse de la isla, pero curiosamente no quiso proceder con el plan que tenía desde un inicio. Ahora quería quedarse un poco más, quizás para pasar más tiempo con Amy o simplemente vigilar a Sonic para encontrar una forma de hacerlo miserable tras verlo fallar en algo, lo que fuera, cualquier cosa serviría para hacerlo pasar por una merecida humillación...
Aún así, mientras esperaba el dulce e ideal momento para tenerlo contra el suelo llorando después de darle una paliza fácilmente pasaría el tiempo con su nueva amiga, la novia de su rival.

— ¿Por qué te avergüenza tanto que la gente sepa que tienes un lado vulnerable? —dudó la de ojos jade, sirviéndose otra taza de té caliente, dándole dos cucharadas de azúcar con un chorrito de leche encima.

— ¿No sabes qué es lo que ocurre cuando la gente conoce tus debilidades? —pregunta con un tono sumamente serio, viéndola con una ceja alzada.

— Para nada —dice, negando con la cabeza en lo que tragaba un pedazo de las galletas que había horneado para su visita, con la boca llena.

— Cuando la gente, el mundo conoce tu debilidad hacen lo que sea para explotarla —afirma con completa seguridad, puntuando cada palabra con un golpe en la mesa dado por su dedo índice—. Hay que ser precavido en todo momento, nunca mostrar o decir más de lo necesario, solo entonces estarás a salvo de las burlas o críticas de los demás.

— ¿Se han burlado de ti? —duda la más joven, suavizando su mirada, arqueando sus cejas, acercando su mano hacia la del mayor, buscando aquel contacto que lo haga abrirse y decirle qué fue lo que tuvo que pasar en su vida para que pensara así.

— No es tú asunto —rechaza, apartando su mano de ella—, lo único que importa ahora es que todas esas personas están muertas y no pueden volver a lastimarme —dice tras cruzar sus brazos, desviando su mirada hacia otro lado.

Rose entrecierra sus ojos, intentando hacerse una idea de qué tuvo que experimentar para quedar así de traumado, o bien, qué rayos fue lo que tuvieron que hacerle para que su única solución al problema fuera matar a esa gente.

— Aún así no eres rudo —chasquea la lengua, recargando su mejilla sobre la palma de su mano con su codo incado sobre la mesa, llamando deliberadamente la atención del mayor quien se gira a verla, escondiendo su confusión con un semblante rebosante de ira.

Two Sides ft. Sonamy/Shadamy BoomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora