2. Una propuesta

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Jungkook gruñe por lo bajo y Jimin se ríe. En parte, al Alpha el agrada que esa confianza que se tienen está muy presente. Echarse estos comentarios tan ácidos y de mal gusto sin preocuparse es un milagro. No pensaría en decirle algo así a ninguna otra persona. Apenas Taehyung y aun así, seria en una situación muy marcada en la broma.

Pensándolo mejor, ni siquiera lo diría.

Solo Jimin aguanta estos chistes de mal gusto.

—Y... ¿Qué haces aquí? —pregunta Jungkook, tenso—. Aparte de querer ver Seúl... ¿No trabajas? No creo que te dejen estar más de un día. mejor dicho, ya deberías estar camino a Busan de nuevo.

Jimin arruga la cara y hace un puchero, con sus pupilas más contraídas que antes. Jungkook suda frío, eso sí fue un mal comentario—. ¿Quieres que me vaya? Si estas ocupado y consumo demasiado tiempo, lo entiendo. De verdad.

—No, nono, solo fue... curiosidad. Lo siento—balbucea Jungkook, torpe y apretando un poco el café en su mano—. Es que no entiendo. Se me hace muy era- Mierda. —Se levanta, la silla se cae y sacude un brazo.

Más de la mitad del café derramado encima suyo. La chica que los atiende se apura en llegar para limpiarlo, pidiendo disculpas. Jungkook le pide otro café, teniendo en mente pagarlo, quiera el local o no. Ya lo tienen fichado. No tiene como esconderse por desgracia.

No con el cabello que tiene. A veces se esponja más de la cuenta. Es una discreta melena de león, por desgracia para su discreción. Se vuelve a sentar, secándose la camisa ay pensando en quitársela. Jimin suspira y acaba su postre.

—Estaré aquí tres meses. Me voy en diciembre—anuncia Jimin y Jungkook levanta la cabeza, sorprendido—. Quería visitar Seúl y pensé que quizá sería... ¡Bonito! Que pasáramos tiempo juntos—explica parco y con una sonrisa, apoyando las manos entre sus piernas—. Hace mucho no nos vemos, no nos hablamos, nada... en esencia somos desconocidos. Porque cambiamos mucho al crecer—ríe nervioso, bajando la mirada de repente—. Y de verdad quisiera volver a tener tu amistad... Te he extrañado mucho. En parte, fue culpa mía que no siguiera siendo.

— ¿Tuya? No, no, yo también me olvidé.

—Ay Jungkook, eres un deportista internacional, tienes que entrenar antes que vivir, tienes eventos, viajas, tienes sesiones. Eres una celebridad, en pocas palabras—chuchea Jimin—. Hace una semana me di cuenta de que si esto se apagó, fue porque no hice nada por mantenerlo ardiendo. Así que... ¡Es hora de remediar el error! —afirma con unas sonrisa. Sus pupilas dilatadas, solo viendo a Jungkook que se eriza en su lugar—. Si eso quieres, claro.

Jungkook boquea, impresionado y anonadado al mismo tiempo. Piensa que Jimin se queda con todo el crédito de la separación, pero realmente es cuestión de ambos. Vino a Seúl a los dieciocho y siendo un año mayor que Jimin, tenía más responsabilidades; el tiempo libre era escaso y aun así, suficiente.

Al principio se hablaban. Muy al inicio. Las dos primeras semanas o quizá menos. Jimin en Busan, estudiando la secundaria y hablando de ser policía, él aquí en Seúl, entrenando y entrenando artes marciales para mantener la calma, para ser un profesional y demostrar lo que tena para dar. Eventualmente todo terminó. No recuerda cuándo o por qué. Prefiere no recordarlo siquiera. Sobre todo con el comentario que se añade.

—Me dio vergüenza hablarte de nuevo. Te vi en tu primera pelea... Te dejaron todo esto morado—Jimin marca la zona en su propio ojo y Jungkook se muerde los labios ¿Lo vio? —. Pensé: ahora no estoy ahí para ponerle un parche, pero quizá ya tiene gente allá que lo cuida, que lo quiere y no me necesita—Da una risa quebrada—. Perdón si suena muy manipulativo. Solo sale de mi cabeza así.

Out of Time || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora