Out of Time || KookMin

9. Irritaciones felinas

Jungkook se recuesta en la pared del departamento, dando un profundo suspiro con una sonrisa de alivio en los labios. Lo hace muy feliz haber podido hablar de esto con Jimin y hallar paz. Estar seguro de que no es el drama trágico que Namjoon intentó hacer para empezar.

Aunque sí lo apena mucho que Jimin se sienta obligado a pagarse todo. La cita que tienen, será una donde él lo invite. Se va a sentir terrible de que Jimin pague todas sus cosa. Además de que, como Jimin advirtió... ¡Hizo todo lo contrario! Es un lugar costoso. No el más costoso de Corea, pero no es uno que dos personas sin poder comprar carne puedan darse el lujo de visitar.

En conclusión, tendrá que quitarle la billetera apenas se acerquen, asegurarse de que será quien patrocine toda la salida. Así deba aguantarse la rabieta que Jimin haga. Jungkook se sienta en el sofá y respira profundo, viendo al techo con la misma sonrisa de tonto.

Confirmó que son amigos. Que siguen siendo amigos. Es lo más importante. Porque de la amistad, puede avanzar y llegar a ser lo que su Alpha está pidiendo casi desesperado. Ronronea, acariciando a Bam que subió al sofá para recostarse en su pierna. Será un buen día mañana. En tanto nadie se lo quiera arruinar.

A veces es adivino, puede presentir que Namjoon va a molestarlo con alguna tontería.

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— ¿Por qué esa cara tan arrugada?

Namjoon no responde, ni siquiera escuchó que es lo que le dijeron o que hay alguien en la entrada de la habitación. Ensimismado en su computador y celular al mismo tiempo. Trata de encontrar noticias sobre Jungkook. a veces la mejor forma de mantenerse informado de alguien famoso a quien se representa, es a través de cuentas de fans.

Ellos sacan fotos hasta de donde no deberían. Namjoon envidia es capacidad investigativa y de intromisión que tienen. Al menos en momentos como estos, donde no tiene cómo más conseguir la información que necesita. La persona en la entrada de la habitación da un chillido—. ¡Oye! ¡Préstame atención! —Aun nada, Namjoon sigue en su búsqueda incansable del lugar al que Jungkook pudo haber ido.

Llamó a su casa, no está.

Llamó a su celular, le cuelga la llamada.

Trató de usar su GPS, no está encendido.

Su celular es inútil.

También las personas que tiene como apoyo.

¿¡Por qué nadie lo...!?

— ¿¡Qué haces!?

—A veces me pregunto si tu relacion es conmigo o con Jungkook.

Namjoon suelta aire y se encorva, dejando ir la tensión en la espalda. Quien está ahí es la tercera persona que ocupa el departamento: Kim Seok-Jin. CEO de varios negocios, aunque el que más trae ganancias, es el de farmacia y producción de medicamentos. Es uno de los principales impulsores de la carrera de Jungkook, por lo que tampoco es de extrañar que sea uno de los que está pendiente de él.

No al nivel de Namjoon. Lo único que le preocupa de Jungkook, es que haga publicidad sin pedir permiso o que, por el contrario, no haga publicidad a lo que deben hacérsela. Es un lio. Una joya de crio que Jin a veces quisiera estrangular para que lo obedezca.

—No hagas eso. Tengo que encontrarlo. Se fue a quién sabe dónde y no quiero un escándalo en la mañana porque hizo una orgía con cuatro gatas y cada una dice que tendrá un hijo. —Jin levanta las cejas, sorprendido de la imagen tan específica y escandalosa que se forma Namjoon.

—Nam, dudo mucho que él llegue tan lejos... tiene sus aventuras, pero no va a dejar de tener sexo solo porque tu tiene un ojo encima de él todo el tiempo ¿Sabes? —comenta Jin cruzando los brazos. Namjoon lo mira mal.