Out of Time || KookMin

32. Tratando un poco

— ¿Por qué lo rechazaste tanto? ¿Quién te entiende?

Jungkook no responde, no tiene ánimos para aguantar cualquier comentario de Namjoon. No con lo hiriente que se puede volver. La pantera da un suspiro, parado junto a Jungkook, ambos en la azotea del hotel, viendo Busan en su esplendor nocturno. Namjoon se balancea en sus pies y acaba por hablar, quizá con eso logre que Jungkook hable. Así sea lo más mínimo.

—Sé que te enoja que no esté confiando en ti, que parezca que quiere morir, pero ¿No lo has pensado? —Jungkook gira la cabeza, con el entrecejo fruncido—. Tener que pasar por una operación de corazón, una que quizá no funcione; si es que la sobrevives, tratar de sobrevivir a un desangro para eliminar la infección y aun así, correr más riesgo de morir... Creo que me da más miedo esa operación que simplemente morir.

—pero debería intentarse.

—Es fácil decirlo para nosotros, no nos estamos muriendo por eso. —concluye Namjoon encogiéndose de hombros y Jungkook regresa la vista al frente.

¿Es eso?

¿Qué tiene miedo?

No sería extraño que eso tampoco lo confiese. Jimin es demasiado necio, demasiado orgulloso.

—Siento que se rindió y me molesta. —confiesa Jungkook entre dientes, irritado y Namjoon se ríe leve, negando con la cabeza. Jungkook a veces parece un niño muy grande. No le extraña que internamente, no se sintiera preparado para ser el Alpha de nadie.

Y él personalmente, considera que aún le falta un poco para poder ser un buen Alpha. Quizá esta es la prueba más grande de si realmente merece ser no el Alpha de Jimin.

— ¿Sabes? Creo que eres un inútil terrible—acusa Namjoon y Jungkook golpea la lengua contra su mejilla—. Porque deberías estar ahora con él, quiera o no; en ese aspecto, solo está siendo un beastman... odiamos gente alrededor, porque nos notan débiles y tristes, pero interiormente queremos que estén ahí, porque morir solo es mucho más triste—Jungkook entreabre los labios, pasmado—. En otras palabras: sus ganas de alejarte es que te quiere mucho porque se percibe cerca de morir y en lugar de entenderlo, te embruteciste y te fuiste de allá para quejarte de que, quien se muere, no quiere una operación que quizá lo mate más rápido.

— ¿¡QUÉ QUIERES REALMENTE DE MÍ!? ¿¡QUIEN TE ENTIENDE A TI!? ¡PRIMERO LO ODIAS, LO TRATAS DE PUTA QUIERES QUE SE ALEJE Y AHORA QUIERES QUE VAYA CON ÉL! ¡DECÍDETE!

— ¡Quien estuvo defendiendo ese gato a capa y espada fuiste tú! Solo menciono lo irónico que es haberlo dejado tirado.

Jungkook le da un empujón que pudo haberlo derribado al suelo. Se va a toda prisa y Namjoon da un quejido, frotándose el brazo—. ¿P-por qué justo el que me operaron...? Mierda.

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— ¿Por qué Holy está tan nervioso? —pregunta Jimin en voz baja, con apenas voz—. Parece que se va a desmayar en cualquier momento.

—Debe ser el vecino molestando, como siempre—queja Yoongi dejando la taza de café en la mesa y quitándose la gafas—. Ya lo quito de la puerta.

Yoongi va a abrir la puerta para maldecir al hombre por millonésima vez. Se lo ha aguantado por años para este momento, por más que se quejan con la administración del edificio, no pueden sacarlo. Paga a tiempo su renta, incluso pagos extras para evitar que lo expulsen. Lo que consigue no es el tipo de pelo mal recortado, gafas más gruesa que un muro de contención nuclear y ropa horrible, sino a quien lo hace doblar el cuello y sentir que va a morir en cualquier segundo.

—Buenas noches—saluda Jungkook y Yoongi frunce las cejas, parpadeando repetido—. ¿Puedo pasar?

—Preferiblemente no ¿Qué quieres? —pregunta y Jungkook saca los labios. Yoongi da un bufido y habla hacia adentro—. Jimin, tu león y su perro son lo que están poniendo nervioso a mí perro. Deshazte de ellos.

Jimin se levanta y tiene un tropiezo torpe, dándose un golpe en el brazo. Sisea y llega hasta la puerta. Jungkook se balancea en sus pies, nervioso por la mirada casi asustada de Jimin, quien el mira de arriba abajo.

— ¿Qué necesitas...?

—Quedarme aquí.

Jimin ladea la cabeza.

— ¿No estás en un hotel? ¿¡Viniste sin reservar nada!? —exclama con una mano en el pecho, preocupado. Jungkook sacude la cabeza.

—Para nada, sí tengo una habitación, pero quiero que salgamos mañana y es mejor si estoy aquí. —informa con una sonrisa, arrugando la nariz. Jimin levanta una ceja, viéndole con sospecha.

—No estoy... entendiendo nada—admite Jimin apoyándose en la puerta—. Pensé que estabas molesto-

—Y lo estaba, pero pensándolo, aparte de tener un sermón, me di cuenta de que quieres deshacerte de mí—Jimin desvía la mirada, avergonzado—. Se me da muy mal hacerte caso, así que aquí estoy—celebra Jungkook, descarado y abriendo los brazos—. Porque no hay peor momento para estar solo, que sabiendo que te puedes morir... ¡Así que me aseguraré de distraerte de ese miedo!

El gato no luce convencido en lo absoluto, más bien renuente a dejar que se quede. Preguntándose ¿Qué parte de que lo quiero lejos no entiende? Que odiaría que Jungkook lo vea mal, que se dé cuenta de lo mal que está a nivel de salud. Su incomodidad hace a Yoongi entremeterse.

—Amigo, muchas gracias por el apoyo, pero-

—Compré esto para cenar.

Yoongi entreabre los labios, observando la bolsa enorme sushi, mira hacia Jimin, apartándolo suevamente de la puerta para dejar a Jungkook pasar—. Por esta noche y mañana, te lo aguantas aquí. Tengo hambre y esos, son los caros. —Palmea a Jimin en la espalda ay el gato deja caer los brazos.

— ¡La próxima me avisas de que te compras con unos sushis!

—Y que no debo dar el culo por esto. —añade Yoongi camino a la cocina. Jungkook deja la comida en el comedor, su mochila en el suelo y Bam corre animado a olisquear a Holly, que se fue a esconder debajo de una mesa. Jimin da un suspiro fuerte, sonando los labios.

— ¡Ven a comer! Compré el que más te gusta.

Frunce las cejas, juzgándolo severamente, pero aceptando la comida porque eso es lo poco que sigue bien en su vida: que puede comer lo que quiera.

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—No tienes que forzarte a esto ¿Sabes?

Jungkook asiente con la cabeza, andando por la costa con Jimin a un lado. Él usa varios abrigos encima, es un invierno especialmente frío en Busan. Irónico considerando que debería haber un poco de calor estando en la costa. Caminan bastante lejos de la orilla, apenas hundiendo los pies en la arena.

—Lo sé perfectamente, estoy aquí porque quiero—Jimin rueda los ojos—. Dime una cosa, es importante para mí saber esto—Advierte Jungkook—. La operación, aparte de no tener el dinero para pagarla... ¿Te da miedo?

Jimin se muerde los labios y mete la manos en los bolsillos de su abrigo, algo agobiado. Es una pregunta que se puede responder con un simple sí o no, aun así, la percibe tan pesada y complicada, además de generarle vergüenza confesar cualquiera de las posibilidades. Jungkook es muy paciente en esta ocasión, dejándolo prepararse para ello.

—Solo puedo compararlo con que a mí me operaron la nariz. En mis primeras peleas, por algún motivo era el blanco principal de todos mis contrincantes—comenta dándose toques en la nariz—. Tuve que ir a una reconstrucción, descansar de la peleas unos cuantos meses; Namjoon hizo asegurar mi cara después de eso.

—Se nota que está reconstruida, pero mal, ahora es más grande.

— ¿¡CLARO QUE NO!? —Jungkook se lleva la mano a la cara, asustado de la burla de Jimin, quien se encoge de hombros riendo. Descarado. Jimin sacude la cabeza ay anda dando algunos saltos juguetones.

—La vi lo suficiente durante años y años para saber que está más grande. Espero que nunca más vayas con ese cirujano—Jungkook hace puchero. Atrás de él, Bam saltando y jugando con la arena, escarbando cada tanto y corriendo tras ellos cuando ya han avanzado demasiado—. Es mentira, no te vayas a asustar de verdad. —pide dándole palmadas en la espalda y Jungkook sigue con el mismo gesto enfurruñado.

Se detienen en la mitad de la playa vacía, con Jimin viendo la costa y quedándose un rato ensimismado en ello. Jungkook ladea al cabeza, observándolo con deje cariñoso.