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Ya estaba aseada y vestida lista para salir, había cancelado el anterior sábado su encuentro con Chaeyoung porque su mamá quería que cenara con ella y su papá así que tuvo que quedarse en casa, así que más días tuvo que esperar.

Había quedado con Chaeyoung en un hotel el cual no conocía pero parece que la contraria si, por alguna inexplicable razón le molestaba un poco saber que aquella chica debió de haber estado con muchas ahí.

Cuando la vio entrar al lugar su sonrisa que no había visto durante varios días también porque cada una estaba en su empresa trabajando y los mensajes eran solo, "¿como estas?" "¿Qué llevas puesto?" "Ya quiero verte" las respuesta eran "bien" escribía lo que llevaba puesto y por último "no eres la única"

Cuando llegaron a su habitación fue donde se desato todo, sus labios se movían con desesperó sobre los contrarios mientras se agarraba de su nuca y la contraria de su cabello, su mano empuñando la playera amarrila que llevaba y la contraria sujetando su cintura apegando lo más que se podía sus cuerpos.

Sus lenguas batallaban con fuerza, la mano de Chaeyoung pasó a su trasero donde apretó con fuerza haciendo que se separar de sus labios para jadear, ella fue por su cuello y tiro su cabeza hacia atrás para que tuviera más acceso dejando besos húmedos y al parecer se contenía para no dejar marcas.

Podía sentir aquel bulto contra su intimidad, agarro el borde de la playera de la baja y la alzo haciendo que esta se separe para poder quitarla junto con su sostén deportivo, volvieron a juntar sus labios por unos segundos porque cúando había desabrochado y bajado la cremallera del pantalón quiso quitarselo junto con el bóxer rojo, dejando libre su miembro ya duro.

Ella iba a acercarse pero poso su mano en su pecho y dio unos pasos atrás para admirar aquel cuerpo, senos pequeños, abdomen marcado, estaba bien tonificado con las porción correcta a su tamaño sin exagerar, su clavícula que ya había sido visible muchas veces marcada, su cuello firme, era tan jodidamente caliente.

Sus ojos no podía dejar de mirarla, aquella chica era la que la hacia cometer locuras, la que la había corrompido, la que la llevaba tanto al cielo como el infierno al mismo tiempo.

- Algo que te guste?

- Todo.

- A mi también me gusta todo de ti, Mina....

Se acerco y la giro, bajo el cierre de su vestido, para después ser la prenda la que este en el suelo junto con sus bragas y sostén, su cuerpo caliente contra su espalda se sentía tan bien, podía sentir aquello que la hacia gozar contra su trasero.

- A mi me gusta tu aroma....- la sintió olfaterar su cuello — Tus pechos...- sus manos los masajearon haciendola jadear.— Tu suave y blanca piel — Sus manos recorrieron sus brazos y después su torso, pasando al abdomen —  Tu feminidad...- la toco haciendo que gimiera cuando frotó su hinchado clitoria— También tu sabor, me gusta tu voz al gemir mi nombré, tu labios, me gusta todo,  eres tan perfecta que me vuelves loca... — beso su hombro — Ponte en cuatro...

Camino a la cama y hizo lo que ordeno, sintió el colchón hundirse detrás suyo, entonces como sus manos se posaron en sus nalgas.

- Tan blancas, suaves y redondas...- la sintió separarlas y soltó un fuerte gemido cuando empezó a lamer de arriba abajo, succionar su sensible botón y meter su lengua en su vagina.

Se detuvo y subió dejando besos por su espalda, nuca, hasta llegar a su oreja, succiono su lóbulo, Mina no podía más movió su cadera haciendo más fricción en sus intimidades, Chaeyoung también se movió mojando su miembro con los jugos de la contraria.

- Chaeyoung te quiero dentro....

- Mina no sabes cuantas veces he soñado contigo en todo este tiempo.

hell in heavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora