hell in heaven

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En los siguientes días Chaeyoung no envio ni un mensaje, ni llamada, quería ir a verla el sábado pero si no quería hablar con ella para que iría a solo molestar.

Se preguntaba si Amber la extrañaba, probablemente si o Chaeyoung debió decirle la verdad, que no era su mamá y que por eso no se podían contactar.

Su madre no dejaba de insistir en que tenga una cita con Seung y la cual accedió, no tenía nada de malo, el contrato que tenía con la baja no impedía eso y tal vez la ayude a distraerse, este era su segunda semana y sábado sin ver a Chaeyoung.

- Pensé que no aceptarías mi salida.

- Bueno mamá insiste mucho.

- Si quieres puedo mentirle, decir que si salimos y tuvimos una agradable noche si no te sientes bien.

- Estoy bien.

- No me gustaría que te sientas incómoda.

- Para nada.

- Bueno como han ido tus días?

- Ajetreados y unas cuantos divertidos por las ocurrencias de Momo y Sana de ponerse disfraces para hacerme sonreir y bailar con ellas.

- Es suena muy divertido, me gustaría tenerlas también mejor amigas.

- Ellas dos son muy agradable y amables de seguro se hacen amigas tuyas cuando la invites a almorzar.

- Por la comida se conquista.

- Por cierto que ordenaste?

- Lo mejor de este lugar son las ostras, las has comido.- asintió recordando que la primera vez que las comió fue con Chaeyoung.- Ahí vienen.

Comió en completo silencio y miro hacía un lado, una pareja se besaba y el chico tenía su mano bajo el mantel probablemente tocando a la chica a su lado que se movia un poco y parecía la respiración agitada, nadie los veía por la tenue luz de ese rincón o porque nadie le prestaba atención a las otras personas.

Probablemente Chae le hiciera lo mismo al ver esa pareja o dijera una broma pervertida, la calentaría hasta que no pudiera negarse a lo que sea que le quería hacer.

- Ya te llenaste?

- Me gustaría comer carne.

- No te gustan las ostras ¿verdad?

- Si solo que ahora no tengo ganas de comerlas.

- Entonces pediré un plato bueno con carne que hay aquí.

Él chico llamo el mesero y este no tardo tanto en traer su orden, cuando terminaron salieron a pasear un rato.

- Ten mi chaqueta.

- No hace falta.

- Mi cuerpo es muy cálido así que no siento mucho frío.

- Aun así te puedes resfriar.

- No te preocupes por mi Mina, un caballero nunca dejaria que una chica pase frío.

- Gracias.

- Quieres ir a otro lugar? Hay un bar y un parque de diversión cerca.

- Quiero descansar un poco.

- En una banca esta bien?.- se sentaron en una que quedaba más adelante y una vez más recordó a Chaeyoung.

- Puedo hacer una pregunta.

- Claro.

- Por qué Chaeyoung te odia?

- Es un asunto del que no me gusta hablar.

- Si ella me cuenta primero lo que sucedió probablemente le crea.