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Al día siguiente esperaba que Chae apareciera para la reunión, quería verla y saber si Amber estaba bien incluso solo con mensajes, nunca había pensado en tener hijos.

Le gustaba los bebés y niños, verlos jugar en el parque o calle con mucha alegría la hacia sonreír mucho pero tener uno nunca había pasado en su cabeza, a pesar de que solo paso unas horas con aquella pequeña la hizo quererla y estaba bien si la consideraba su otra mamá.

No le parecía molesto pasar el rato con aquella pequeña o hacerla dormir por las noches en sus brazos junto con Chae a su lado, como una familia de repente recordado su trato con la baja, como si un balde de agua fría cayera encima la hizo despertar de su tonta ilusión.

No, no podía pensar así, Amber era hija de Chae y tarde o temprano la relación con esta terminara, solo era encuentros para satisfacer su lujuria pero también sabía que sería imposible encontrar alguien tan buena en la cama como Chae y atenta aun así era lo mejor para ambas porque no quería pasar por lo mismo si la relación no iba bien, tener atrás a los paparazzis preguntando por su relación fallida era un fastidio y sus padres tampoco aceptarían esa relación.

- Mina te viene a buscar Seung.

- Dejalo pasar.- su amiga asintió y se fue dejando al chico entrar.- Puedes tomar asiento.

- Gracias, que tal va tu día?

- Bien.

- Te gustaría salir luego de la reunión?

- Me gustaría pero tengo mucho trabajo que hacer.

- Recuerdas que me debes una salida.

- Lo recuerdo pero estoy ocupada.

- Al menos solo dame una oportunidad y te prometo que te divertirás.

- Puedes esperar a que termine con unos cuantos documentos.

- Esperaré por ti el tiempo que quieras.

- Eres así con todas las chicas?

- No soy del tipo que coquetea con chicas y es la primera vez que me siento con ganas de darlo todo por alguien, esa eres tu Mina.- miro al chico directamente a los ojos y claramente no estaba mintiendo.

- Que alguien te diga eso provoca muchas cosas.- la puerta se abrió dejando ver a Chae.

Que venía con una gran sonrisa que se borro al instante al ver al chico quien era el unico sonriente en la oficina, en sus manos tenía un pequeño ramo de rosas y su outfit era una combinación genial.

No era un pantalón apegado y no llevaba cinturón así que sería rápido de volvérselo a poner y también facil de desabrochar, bajar el cierre y... Dios en que estaba pensando en ese momento, era el efecto que tenía aquella chica.

Hacía que su imaginación vuele en solo unos segundos y más cuando su semblante ahora era serio.

- Oye no te han dicho que entrar sin avisar en la oficina de otros es de mala educación.

- Buenas tardes Mina, esto es para ti, eran dos cajas de bombones también más rosas pero Tzuyu se llevo unas cuantas y la otra caja para Sana.- dijo caminando hasta ponerse a su lado y agarro las cosas para dejarla encima de su escritorio.

Pensó que Chae se sentaría en la otra silla que había pero se quedo parada a su lado y sin decir nada.

- Muchas gracias.

- No sabía que era muy atenta Chaeyoung.

- No tenemos ni la más mínima confianza para que me llames por mi nombre y evita hablarme al menos que sea por trabajo.- en esos momento no parecía para nada la Chae de siempre.

hell in heavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora