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El alma terrestre de Shizun.


Mo Ran lo siguió arriba sin tener idea de lo que estaba pasando, las gastadas escaleras de madera bajo sus pies crujían a cada paso. No pudo resistirse a preguntar. —¿Lo llamas Señor Chu?

—Así es, el mismo Señor Yanluo lo envió para administrar este lugar, es nuestro superior.

—...— Mo Ran se sorprendió, pero no dijo nada al respecto.

—Aquí estamos.— La persona enmascarada se detuvo frente a una puerta en forma de media luna en el segundo piso, y golpeó ligeramente la puerta bermellón tallada que no estaba completamente cerrada.

—Señor Chu, hay un conocido suyo buscándolo.

Hubo un momento de silencio, y luego una voz vino del interior, gentil como el vino caliente en la estufa, suave como el cabello junto a la almohada.

—¿Un conocido? ¿Otra vez él? Ya he dicho que no quiero volver a verlo nunca más. Puedes decirle que se vaya.

La persona enmascarada aclaró su garganta y dijo.  —No, Señor Chu lo entendió mal, no es él esta vez.

—¿Pero quién más está ahí?— Un momento de silencio, y después. —No importa, entra.

La habitación era sencilla y elegante, y el mobiliario era tan sencillo que parecía un poco crudo, pero el suelo estaba cubierto por una suave y lujosa alfombra. El pie de Mo Ran se hundió en la alfombra cuando entró, y percibió en el aire un fuerte olor a pieles. Completamente fuera de contraste con el olor estaba la persona parada junto a la ventana, podando una rama de flor.

Su largo y negro cabello caía suelto por sus blancas túnicas y amplias mangas, y los brotes de flores de color rojo vivo temblaban ligeramente donde los tenía entre las delicadas puntas de sus dedos.

Tal vez era la regla aquí en el Salón Shunfeng, pero también usaba una máscara azul oscura con colmillos expuestos y ojos saltones. Sin embargo, usada en su cara, incluso una máscara de aspecto tan feroz de alguna manera se veía más gentil.

Podó el exceso de ramas, las recogió y las tiró, antes de finalmente darse la vuelta.

La garganta de Mo Ran se sentía seca.

El intercambio entre la persona enmascarada y Chu Wanning hace un momento lo dejó totalmente perdido y con una vaga sensación de inquietud. No sabía qué era lo que había perdido esta alma. Si Chu Wanning no lo recordaba...

Justo cuando estaba preocupado, el hombre dejó las tijeras de podar y caminó hacia él.

Mo Ran, quien no se dejó intimidar por los cielos y la tierra, se encontró nervioso y agitado, con el sudor cubriéndole la espalda.

—Shizun.

El hombre dejó de caminar, y se detuvo muy cerca. Mo Ran escuchó algo como una risa de él. —¿Shizun?

Él dijo. —¿Quizás el pequeño Joven Maestro se equivocó de persona?

Como él pensaba... Justo lo que temía.

El corazón de Mo Ran cayó como una enorme roca en un abismo sin fin, arrastrándolo todo el camino hacia abajo.

Miró fijamente al hombre que tenía delante, sin saber qué decir.

Al no ver respuesta alguna por su parte, la persona puso su pálida y delgada mano sobre la audazmente pintada máscara y se la quitó, revelando un elegante y tranquilo rostro debajo.

Mo Ran sintió que esa roca de mil libras desaparecía en un instante.

Miró fijamente al hombre desenmascarado, asombrado pero sin el menor indicio de duda, soltó, —¿Chu Xun?

El Perro Venerable y El Inmortal Gato Shizun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora