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Este Venerable no robó.

El Salón DanXin estaba muy iluminado.

Shi Mei se separó de ellos hace un tiempo. Mo Ran entró al salón después de Xue Meng, perplejo, pero de repente entendió la situación al ver la escena en el interior.

Rong Jiu, ese marica.

Mo Ran le robó algo de dinero antes de irse, y de hecho tuvo el descaro de venir a quejarse al Pico SiSheng.

Rong Jiu lloraba miserablemente mientras se acurrucaba en los brazos de un hombre grande y fornido. Cuando Mo Ran y Xue Meng entraron en el salón, sus sollozos crecieron tres veces más, como si pudiera sacar espuma de la boca y desmayarse si no era por los brazos que lo sostenían.

En el estrado, detrás de la cortina de perlas, una delicada dama estaba sentada, completamente perdida.

Mo Ran no escatima ni una sola mirada a la repulsiva pareja, sino que saluda a la dama —Tía, he vuelto.

Era la maestra del Pico SiSheng, Madam Wang. A diferencia de esas heroínas que eran rivales para sus homólogos masculinos, ella era una mansa ama de casa que no se metía en asuntos externos.

Sin su esposo aquí, ella realmente no sabía cómo lidiar con esto, diciendo tímidamente —A-Ran, finalmente has regresado.

Mo Ran actuó como si ni siquiera hubiera visto a la pareja aquí para quejarse, y le sonrió —La tía se ha levantado tan tarde, ¿me necesita para algo?

—Bueno… Verás, este Rong Gonzi [1] dice que tú... ¿qué tomaste su dinero?

Tenía una cara delgada, estaba demasiado avergonzada como para decir que Mo Ran fue a un burdel, así que eligió en su lugar abordar una ofensa menos escandalosa.

Los ojos de Mo Ran se curvaron en una sonrisa —¿En serio? No es que me falte dinero, ¿por qué tendría que llevarme el de ellos? Además, no me resultan familiares, ¿te conozco?

El fornido hombre se mofó —Mí apellido es Chang, el mayor de mi familia. Como hombre de negocios, las formalidades menores importan poco; puedes llamarme Chang Da [2].

Mo Ran sonrió y a propósito dio vuelta su nombre —Ah, así que es Da Chang [3] gongzi, es un honor conocerte finalmente, por favor disculpa mi grosería. Y este otro caballero es...

Da Chang gongzi —JA, Mo-gongzi seguro que es aficionado a actuar como un tonto. Es la primera vez que nos vemos, pero en los treinta días de este mes, has pasado quince noches en la habitación de Jiu-er. ¿Te has quedado ciego? ¿Cómo es que no lo reconoces?

Mo Ran estaba completamente tranquilo, aún sonriendo mientras miraba a Rong Jiu —¿Qué es esto, tratan de calumniarme? Soy una persona decente y honorable, por supuesto que nunca me he acostado con ningún San-er o Jiu-er.

La cara de Rong Jiu estaba enrojecida de ira, pero seguía acurrucado contra el pecho de Da Chang, sollozando —Mo, Mo-gongzi, sé que mi estatus es bajo e indecoroso... si no me hubiera explotado tan cruelmente, no habría venido a buscarlo, pero para ser tratado así, yo... yo... yo...

El tono de Mo Ran era como si fuera él el que estaba siendo agraviado —Realmente no te conozco, ni siquiera puedo decir si eres hombre o mujer, ¿cómo podríamos habernos conocido?

—Anoche fue mi cliente, ¿cómo puede ser tan frío? Chang gongzi, Chang gongzi, tiene que hacerse justicia.— Se metió aún más en los brazos de Da Chang, llorando más fuerte que antes.

A un lado, toda la cara de Xue Meng estaba cenicienta, frunciendo el ceño mientras escuchaba este asunto absurdo. Si no fuera por su autocontrol como joven maestro, habría sacado a esta repulsiva pareja de la montaña hace mucho tiempo.

El Perro Venerable y El Inmortal Gato Shizun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora