LA DOÑA 3 [+21]

Mi Príncipe

Altagracia

Hace ya dos semanas que me dieron de alta. Mi hijo ha nacido sin ninguna complicación, las cosas salieron bien, bueno no tanto para su papá. El pobre se desmayó durante el parto, pues me negué a la epidural, total quería ser una madre fuerte y darlo todo para mi hijo.

Su hermana está recuperando muy bien y no hablo de la operación que le hicieron el día de mi parto no, este lado ya está muy bien. Sino de sus crisis de ansiedad.

Terminó confesando a su psicóloga que trataron de violarla en la casa dónde se fue a vivir por un tiempo para ver si podía ser adoptada por esta familia.

El tema de su madre sigue un gran misterio. Ella al enterarse de que su hija estaba ha con su padre se puso loca para verla, cosa que obviamente mi esposo se negó.

Sí, mi esposo porque nos hemos casado hace dos días y no he podido aguantarme hasta tres meses como lo quería mi hija. Yo creo que la décision fue producto de mis hormonas de madre recién parida.

Mi hijo es un rey, su papá lo adora y sus dos hermanas lo tiene mimado, no sé quién es de verdad su madre, si son ellas o soy yo.

Los primer días no fue fácil para mí y mucho más para su papá, quién no quería pegar un ojo para perderse un segundo de su hijo. Ha vuelto a la constructora porque le he obligado.

Nuestra luna de miel la tendremos cuando nuestro hijo haya cumplido sus cuarenta días de nacido. Porque mi obstetra me dio unos medicamentos y cremas que podría repararme ahí abajo luego de que semejante belleza saliera de mí.

- Mamá

- Hija estoy en el cuarto de tu hermano _ tiene tanto apetito este angelito _ agarra bien mi amor.

- ¿Hablas sola?

- Tu hermanito no quiere agarrarse sólo su comida.

- Pero mamá es muy pequeña para hacerlo solo, tiene solo dos semanas y unos días.

- Mi príncipe es fuerte y puede con eso y con más _ sus pequeños ojos no se aparta de los míos _ verdad mi amor, que eres un príncipe muy fuerte.

- Se parece tanto a José Luis _ toma su manita gorda_ ¿Quién está comiendo? Tú ¿Cierto?

- Todavía se está familiarizando con las voces, por ejemplo ya conoce el mío y el de su papá.

- Claro porque desde en el vientre les hablaba, es normal.

- Eso sí, uy_ mi pezón se salió de la boca y casi la leche le va en la cara_ ya mi amor toma tu comida.

- Tan gruñón como su papá.

- Déjalo tranquilo, está en su derecho.

- Pero que no se le olvida que antes de ser suya, también está comida fue mía.

- Ay mira la celosa_ me río y creo que el también lo hizo _ mi amor tú hermana te tiene envidia.

- ¿Ves? Te escucha, hasta te está sonriendo.

- Soy la mujer de su vida, claro que me va a sonreír a mi, a ¿Quién más? _ como a besos su pequeñitos pero gorditos dedos_ verdad mi amor.

- Ya mamá deja de hablarle así, que se va a costumrar a esta voz y cuando más tarde lo regañes, va a creer que cambiaron a su mamita.

- Ya Mónica ¿Qué pensamientos son estas?_ parece una niña _ así se hablan a los bebés y obvio que cuando vaya creciendo se va a costumrar a mi voz.

- Igual, pero se siente muy raro oírte hablar así.

- Ay mi vida, ¿Quieres qué te hablé así también?