LA DOÑA 3 [+21]

Samantha

José Luis.

_ Ernesto ¿Qué fue eso que me dijo Romelia?, ¿Cómo que ella está de nuevo en México? Contesta cabrón _ tiro el vaso de whisky que tenía al piso, pregunto lo mismo que llevo haciendo hace unos días. No pude conseguir el sueño desde lo que pasó hace una semana.

Ella no me deja dormir. Creí que ya lo que había vivido con ella se me había olvidado con el tiempo y el dolor que me causó su abandono pero sólo con mencionarle bastó para removerme todo.

Fue la única mujer por la que levantó la cabeza delante de mis padre.

La única que me dió ganas de vivir a todo pulmón.

Mi primer te amo fue para ella. No, mi primera vez no fue con ella pero la primera vez que estuvimos juntos sentí que sí, que era mi primera vez.

Fue la única que me hizo tocar el cielo sin ir ahí pero también la que me hizo visitar el infierno mismo.

Y la odio más por eso porque ella me sigue haciendo sufrir.

Amo a mi mujer. Después de tanto tiempo volví a sentir cosas maravillosas gracias a ella.

Y no voy a dejar que una mujer que no merece ni mis pensamientos me impida ser feliz.

Estoy por ser papá y no voy a dejar esa mujer joderme la vida otra vez, antes muerto.

_ José Luis, ya te contesté está pregunta hace exactamente seis días y te lo vuelvo a decir, ella no me dijo nada, sólo dijo que quería explicarte lo que pasó y retomar lo que dejaron hace años.

_ Lo que dejamos hace año_ me burlo_ pero no vamos a retomar ni coño ella y yo. Soy feliz con mi mujer, y por favor la próxima vez que habléis dile que no me busca, ya no quiero que lo haga.

_ José Luis, tienes que escuchar lo que ella te quiere decir, ella de verdad pasó por mucho, y sé, sé que amas a Altagracia y no dudo de ello, sólo te pido que la escuchas y de ahí tomar una decisión.

_ ¿Una decisión? Pero ¿Cuál decisión, si ya tengo claro lo que siento y quiero?_ suelto seco.

_ Bueno si tanto estás seguro que todo termino, ¿No te costará nada hablar con ella verdad?

_ No voy y quiero hablar con ella y punto. Solo dígale lo que te dije, no quiero nada que ver con ella, Altagracia está en un embarazo muy delicado y no quiero que nada le pase a ella y a nuestro hijo.

_Hablando de eso, enhorabuena hermano_ me sonrió_ te lo mereces después de tanto mierda que te pasó.

_ Gracias y justo por eso no quiero a fantasma de mi pasado para pudrirme la existencia.

_ Bueno, no sólo venía para hablarte de Samantha, tengo un servicio grande que pedirte.

_¿Qué pasa? Tiene que ver con mamá?

_No, ella está bien, lo que pasa es que quiero quedarme aquí por un tiempo y necesito trabajo_ suelta un poco bajo.

_ Pero no necesita pedirme trabajo Ernesto, es tu empresa también_ contesto obvio.

_ Sí, pero tú la has mantenido alto todo esos años sólo hasta casarte para salvarla. Así que sí, es tu empresa.

_ Era de mi responsabilidad como hermano mayor salvar nuestro patrimonio familiar.